Fernando Alonso, piloto de
Renault y líder del Mundial de Fórmula 1, cumplió ayer con la amistad y no dudó
en acudir en Candás a la boda de su amigo de toda la vida Alejandro Rodríguez
Grandío con Irene Serrano.
El piloto ovetense causó un
gran revuelo en Candás, pero menos del esperado si se tiene en cuenta su actual
proyección internacional. Durante las últimas semanas se había especulado con su
presencia. Fuentes próximas a la familia de Grandío habían asegurado que su
amigo Alonso había mostrado alguna reticencia porque no quería restar
protagonismo a los novios. Aun así, ayer se presentó en Candás.