Panes se vistió ayer de gala
para celebrar el día grande de las fiestas de San Isidro Labrador. Un
acontecimiento que estuvo protagonizado por el malestar entre los ganaderos de
Peñamellera Baja por los continuos ataques de lobos que sufren sus ganaderías en
la cercana sierra del Cuera. Éste era el sentir general en una fiesta que llegó
a su apogeo con la feria ganadera que tradicionalmente se celebra en el prado de
San Román. Más de 500 cabezas de ganado, principalmente vacas casinas y
carreñanas, fueron expuestas en el recinto. Se repartieron premios y
subvenciones a la participación por importe superior a los 2.000 euros.