Para elaborar esta proyección quinquenal, cuyos datos figuran en la web oficial www.ine.es, se han dibujado dos hipótesis de trabajo. La primera, de carácter más positiva, supone que las entradas netas de extranjeros en España crecen de forma continuada, como en los últimos años, hasta 2010, a partir del cual se mantienen constantes. El segundo parte de que las entradas netas de inmigrantes son las mismas que en el escenario 1 hasta 2006 y decrecen luego hasta situarse en unas 100.000 anuales.

Dos escenarios negativos

Con todo, las dos opciones de futuro dejan un mal sabor de boca en la región, ya ambas arrojan un saldo negativo. En el primero de los casos, es decir, teniendo en cuenta una hipotética aportación de inmigración, el Principado perdería 44.164 habitantes (pasaría de 1.061.942 residentes a 1.017.778). Con el segundo planteamiento, la caída sería aún más pronunciada, ya que el Principado dejaría en el camino a 58.082 habitantes.

Uno de los pocos datos positivos que revela la proyección demográfica del INE es que si bien la inmigración no logra que Asturias repunte desde el punto de vista poblacional, sí logra, aunque de forma tímida, que la caída en la cifra de habitantes sea menos voluminosa de lo esperable.

Los datos del Instituto de Estadística echan por tierra las expectativas de recuperación que sociólogos y especialistas en demografía mantenían para Asturias tras las cifras del censo de 2002, cuando la población del Principado había ganado poco más de 800 personas.

La todavía baja natalidad, la escasa llegada de inmigrantes y el cada vez mayor peso de la población envejecida convierten a Asturias en la comunidad con peores perspectivas demográficas.

Las estadísticas son tozudas y confirman con números una tendencia de la que Asturias no se ha podido despegar en los últimos veinte años, cuando su padrón comenzó a adelgazar de forma constante. Y es que el Principado sale igualmente mal parado en la proyección demográfica del INE si se le compara con otras comunidades acostumbradas también a ver reducida su población año a año.

Castilla y León y Galicia verán mermada su cifra de residentes de aquí al 2017. De hecho, ambas autonomías encabezan con Asturias la caída de población en España en los próximo doce años. El estudio del Instituto de Estadísticas asegura que los castellanoleoneses perderán entre 33.000 y 70.000 personas y los gallegos de 11.000 a 61.000. Aunque en número reales las cifras superan a las de Asturias, lo cierto es que porcentualmente es el Principado la comunidad que resulta más dañada.

5,5% personas menos

En la comunidad asturiana, la reducción de entre 44.000 y 58.000 habitantes representa una reducción del 4,2 y del 5,5% de su población respectivamente, frente al 2,9% de Castilla y León y del 2,3% de Galicia.

Y si Asturias pierde, Baleares gana. El informe del INE revela que la comunidad balear será, junto con Valencia y Murcia, la autonomía cuya población crecerá más hasta el año 2017. Baleares verá crecer su padrón del 26 al 35%. La Comunidad Valenciana y los murcianos también están de enhorabuena, con un aumento del 22 al 30%.

España, por su parte, sumará habitantes en el mismo periodo. Las previsiones apuntan a que el conjunto del territorio crecerá de 4,8 a 6,8 millones de habitantes de aquí al 2017, superando con el primer escenario la cifra de 47 millones de habitantes y llegando a los 45 millones con el segundo.

Fuente de información: ElComercioDigital