No hay descanso. Fernando
Alonso volvió a subirse ayer en el R-25 para afrontar el primer día de
entrenamientos en el circuito de Montmeló. Dos días después de triunfar en el
Gran Premio de Bahrein, el piloto asturiano comenzó a probar el nuevo motor que
estrenará en el Gran Premio de España, el próximo ocho de mayo y que será la
primera evolución de un propulsor que tendrá su tercera versión en el Gran
Premio de Gran Bretaña, que se disputará en Silverstone, a la vuelta del periplo
americano. Pese a esas pruebas, Alonso fue el más rápido en la jornada de
trabajo. Superó a Fisichella en 592 milésimas y a Marc Gené en 725.