Asturias perderá verde, cambiará de color
para hacerse más seca, elevará sus temperaturas, bajará sus reservas de agua.
Su paisaje se verá alterado, su línea de costa subirá un metro y decenas de
playas podrían desaparecer. El horizonte temporal de tan apocalíptico panorama
se sitúa a partir de 2070 y hasta 2100. Pero el proceso ya ha empezado. El
cambio climático es una realidad que transformará el Cantábrico en un lugar
cada vez más mediterráneo.