No creo que sea nada justo,
legal y mucho menos democrático en un país como España, en el que a las
autonomías con una lengua autóctona propia tanto les ha costado lograr un mínimo
de dignidad y normalización, que ahora una de éstas autonomías (o cualquiera de
ellas), intente imponer el uso de su propia lengua allende de sus fronteras y
por ende, de su jurisdicción y competencia. Yo siempre he apoyado y deseado el
uso y normalización de cualquier lengua autóctona en su territorio, pero de ahí
a aceptar su imposición, y mucho menos fuera de su ámbito territorial va todo un
abismo.