Publicado: Jue Ene 23, 2014 8:14 pmAsunto: Sociedad
Sociedad
Coca-Cola, Chupa Chups, La Herminia... el adiós de las empresas que toda Asturias conoció
El anuncio de cierre de la embotelladora de Colloto se suma al de otras marcas arraigadas en el corazón de los asturianos
23.01.14 - 17:56 - CRISTINA M. GAYO | GIJÓN
144 trabajadores asturianos corren el riesgo de irse a la calle por el cierre de la planta de Coca-Cola en Siero. 114 nuevas víctimas de una crisis que se está cebando demasiado en el Principado. Con esta decisión acaban 53 años de historia de la conocida bebida refrescante en Asturias. Más de cinco décadas en las que la marca se convirtió en un referente. Pero no solo en términos de PIB fue importante la embotelladora, sino que Coca-Cola formaba parte de ese imaginario colectivo en el que se integran numerosas empresas que todos conocimos desde pequeños, que los asturianos sentíamos como algo casi nuestro. ¿Quién no quedó marcado por la excursión a Coca-Cola con los compañeros del colegio? Allí impresionaban, sobre todo, los enormes palés en los que trasladaban las botellas y el extraño olor del pegamento con el que adherían las etiquetas.
A partir de ahora ya no habrá más visitas escolares en Siero, al igual que dejó de haberlas hace casi cuatro años en Infiesto, a donde acudían cientos de niños cada curso a conocer la histórica fábrica de Chupa Chups, los conocidos caramelos anclados a un palo de plástico.
Las dificultades económicas también se llevaron por delante a otras dos multinacionales asentadas en Asturias, como le ocurrió recientemente a la fábrica de amortiguadores Monroe (del grupo Tenenco) o, hace más tiempo, a Suzuki, ambas radicadas en Gijón.
Las crisis y la globalización han torcido el futuro de empresas regionales que, poco a poco, han ido desapareciendo del mapa. Marcas míticas como Lagisa (¿quién no tenía la camiseta del pastorcillo con las madreñas y el vaso de leche en la mano), La Herminia (otro clásico de las excursiones, en las que uno acababa atiborrado de chocolate y cargado de regalos) o Águila Negra (y sus legendarios carteles, con su señor tirolés sujetando una jarra de cerveza, que servían de marco para anunciar el nombre de miles de bares asturianos).
Sin duda, otros dos clásicos fueron Bohemia Española, la fábrica de cristal que fue la primera del país en producción artesanal de vidrio soplado, que tenía sus instalaciones en donde ahora se yergue el Palacio de Justicia de Gijón; y la fábrica de loza de San Claudio, que en 2009 dijo adiós a su planta de Oviedo poniendo así fin a 106 años manufacturando las famosas vajillas, cuyos tradicionales dibujos reconocen casi todos los ovetenses de un solo vistazo.
El fabricante de camisas de caballero Ike también marcó una época en Asturias y llegó a ser la mayor empresa textil en el Principado a principios de los años 80. La calidad de sus productos es aún recordada por muchas madres, así como su anuncio televisivo en el que recalcaban la peculiaridad de sus mangas, que eran de tres largos distintos. Pero las dificultades financieras le abocaron al cierre en 1990.
Más reciente es la desaparición de productos cárnicos Famila, afincada en la parroquia de Granda (Gijón), que en 2011 se vio obligada a cesar su actividad despidiendo a 60 trabajadores. Dos años antes, el declive de otra empresa de alimentación, Conservas Albo, convulsionó Candás, ya que unas cien familias de la villa dependían de ella, entre trabajadores fijos y temporales. Finalmente, algunos fueron indemnizados y a otros les ofrecieron la posibilidad de traslardarse a Vigo.
En cuanto a empresas nacionales con implantación en la región, la desaparición de Simago supuso un varapalo en el Principado a finales de los 90. La famosísima cadena de almacenes comerciales se hizo famosa porque vendían productos muy baratos, algo que en la época del 'low cost' suena habitual, pero que en los 60 supuso todo un hito. En 1997 fueron adquiridos por Continente. Más sonada aún que la clausura de estas tiendas fue la caída de Tabacalera en Gijón, cuya decadencia también llegó tras ser comprada por una empresa extranjera. Altadis se había hecho con la fabricante española de tabaco prometiendo mantener la carga de trabajo en la ciudad, pero la promesa no se cumplió y en 2002 sus casi 300 empleados, en su mayoría mujeres, se quedaron en la calle.
Un rosario de quiebras, cierres y expedientes de regulación empleo que, lamentablemente, son solo diversos capítulos de la historia económica asturiana, a las que habría se sumar otros nombres y que, además de dejar en situaciones angustiosas a numerosas familias, hace que el patrimonio de las empresas de toda la vida, las de aquí, las de siempre, sea cada vez más pobre.
Fuente: Elcomercio.es _________________ ¡¡¡ PUXA ASTURIES !!!
LA CRUELDAD ES LA FUERZA DE LOS COBARDES.
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