Aires del norte, así se llama el último disco de
Vicente Díaz, aunque los diecinueve anteriores, pues del vigésimo se trata,
siempre incluyeron en los surcos huellas no sólo de aires, también de luces,
sentimientos, historias, sabores, orbayos, atapeceres, alboradas, alegrías,
carbayos, romerías, emigrantes, mineros, pescadores, marejadas, escanciados,
pomaradas, costeras, quintanas, requexos, montes, nostalgias, xanas y
-resumiendo- de otras puntadas y tramas con las que rebasa treinta años
componiendo, canción a canción, un personal, amplio y denso tapiz asturiano.