Fernando Alonso, el campeón del
mundo más joven en la historia de la Fórmula Uno, dispondrá en el Gran Premio de
China, último de la temporada, de la oportunidad para lograr su séptima victoria
en el campeonato y de darle a Renault el título mundial de constructores, para
culminar una temporada histórica.
Para conseguir su objetivo e
igualar en número de victorias al finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes),
Alonso dispondrá en este Gran Premio de una nueva evolución del motor, más
potente, que le permita luchar con armas iguales frente a los McLaren.
Ya en el Gran Premio de Japón,
disputado la semana pasada, Fernando Alonso tenía un coche tan rápido como el de
Raikkonen, pero el problema que tuvo con el adelantamiento al austriaco Cristian
Klien le hizo perder un tiempo que le impidió luchar por la victoria. En China,
Alonso dispondrá del nuevo motor y Raikkonen deberá utilizar, salvo rotura, el
propulsor que utilizó en Japón, con lo que Alonso puede aspirar con legitimidad
a cerrar la temporada con una victoria.
Con el título de constructores
en juego, en el que Renault aventaja en dos puntos a McLaren, el factor
principal para la consecución estará en llevar los dos coches a la meta, que en
buena lógica deberían copar los cuatro primeros puestos y la posible victoria de
Alonso, podría ser decisiva para la conquista del campeonato.
Varias despedidas
China no solo va a ser el fin
de la temporada, sino de muchas otras cosas, como del calvario de Ferrari, que
ha pasado de dominador incontestable el pasado año a lograr este año tan solo
una victoria y en circunstancias muy especiales como fue la de Estados Unidos,
con tan solo seis coches en pista.
Michael Schumacher, que cederá
su corona a Fernando Alonso después de lograrla cinco años consecutivamente,
puede perder el tercer puesto del campeonato el próximo domingo, ya que le
separan tan solo dos puntos del colombiano Juan Pablo Montoya (McLaren
Mercedes). También será la última carrera de tres escuderías, Jordan, Sauber y
Minardi, que han cambiado de dueño y el año próximo cambiarán su nombre por los
de Midlan, BMW y Red Bull Racing jr.
El pueblo chino está empeñado
en demostrar que es capaz de organizar grandes eventos deportivos y a la carrera
acudirá el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el belga Jacques
Rogge, que ayer asistió a la ceremonia de inauguración de los X Juegos
Nacionales Chinos en Nankín, y que ha estado visitando Pekín, escenario de los
Juegos Olímpicos de 2008.
Mañana, como es habitual la
jornada estará dedicada a los entrenamientos libres y en ella estará Pedro de la
Rosa como tercer piloto de McLaren-Mercedes, que también terminará de hacer este
papel, ya que la próxima temporada, con McLaren primera o segunda del mundial,
no tendrá derecho a utilizar el tercer coche.
Fuente de información:
ElComercioDigital