Tienen miedo a desaparecer y
defienden su asturianía a más de 1.500 kilómetros de Siero. El centro asturiano
de Berna, en Suiza, celebró este fin de semana su 25 aniversario. Con motivo de
la fiesta, hasta la ciudad se desplazó una delegación del concejo encabezada por
el alcalde, Juan José Corrales, el Delegado del Gobierno en Asturias, Antonio
Trevín, y alrededor de 80 personas que componían el grupo de gaitas Nalgañu (de
Pola), la coral Santa María de Lieres y miembros de la coral Manín de Lastres.
Dos días de celebración (a lo largo del pasado fin de semana) en los que se hizo
evidente la principal carencia de la asociación: la pérdida de socios y el
peligro de su disolución.
Joaquín Hernández es el
presidente de la entidad en Berna. Nació en Pola hace 59 años. Cuando tenía 16
se desplazó hasta el país centroeuropeo en busca de un futuro mejor, como
entonces hicieron millares de asturianos. La asociación surge en 1980 por un
grupo de amigos para organizar un torneo de fútbol. Posteriormente, acogió la
función de dar una cobertura social a los compatriotas que llegaban y que
necesitaban de alojamiento o trabajo.
"Yo tengo aquí a mi familia
--comentaba Joaquín el domingo, día grande la celebración--. Mi mujer es suiza y
mis dos hijos ya nacieron en Berna. Cuando me jubile espero repartir mi tiempo
entre Pola y Suiza". En los años 80, declaraba, el centro llegó a tener más de
280 familias inscritas. Hoy son 100 y a la fiesta acudieron menos de esta
cantidad. "Muchos de los asturianos que llegaron entonces han vuelto a sus
localidades de origen. Los denominados emigrantes de segunda generación --los
hijos de los primeros que ya nacieron en Berna--, y los jóvenes se han
desentendido del centro y cada vez hay menos socios", afirmaba la secretaria de
la asociación, Raquel Calvo.
Raquel ya nació fuera de
Asturias pero es una de los componentes del centro más activa. Una de las
actividades encaminadas a atraer la atención de los jóvenes es la música
tradicional. Cuatro miembros del centro, entre los que se encuentra Raquel, han
iniciado un curso de gaita dado por el profesor de Nalgañu Celso Díaz. Trevín
destacó esta iniciativa para superar "las dificultades" y reclamó "las funciones
de estas organizaciones en el siglo XXI", las mismas que ya tenían hace más de
100 años: "los socorros mutuos".
José Barro es de Piloña, tiene
46 años y llegó a Suiza con 6. Reside en la ciudad de Lausanne y acudió a la
disfrutar de la fabada el domingo y de las actuaciones de Nalgañu y de la coral
de Lieres. "El centro asturiano de mi ciudad apenas tiene gente. Aquí en Berna
se esfuerzan por mantenerlo con vida y con actividades que organizan todo el
año".
Escrito por Alejandro Fuente
Fuente de información:
LaVozdeAsturias