Será el próximo martes cuando
se cumplan cuatro años desde que se anunció la privatización de Santa Bárbara.
El día 26 de julio de 2001 la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)
decidió vender la empresa al grupo estadounidense General Dynamics, operación
que fue respaldada por CC OO y denunciada por UGT. Desde entonces, el balance
sobre el cumplimiento de los compromisos resulta muy distinto según las partes
afectadas.
Santa Bárbara Sistemas cree que
los datos de 2004 demuestran el crecimiento de la empresa durante este
cuatrienio. Facturó 418 millones de euros frente a los 150 de 2001 y, por
primera vez en su historia, salió de números rojos. Por su parte, las opiniones
de los sindicatos difieren mucho entre sí, pero hay algo en lo que coinciden: el
grupo sigue dependiendo en exceso de la carga de trabajo encomendada por el
Ministerio de Defensa.
La empresa asegura que sí ha
cerrado contratos internacionales, aunque reconoce que «representan poco» si se
compara con un programa tan «amplio e importante», como es la fabricación de 219
vehículos de combate 'Leopardo 2E' para el Ejército español. Además, insiste en
que «son procesos largos, pues las fábricas necesitan adaptar mejoras para
competir internacionalmente».
Pese a todo, abrir mercado al
extranjero «es una asignatura pendiente» y uno de los objetivos más inmediatos
del grupo. Así lo asegura el director de la fábrica de Trubia, Nicolás Asenjo,
quien recuerda que, desde setiembre del año pasado, Santa Bárbara Sistemas está
trabajando en la puesta en marcha de un plan estratégico para mejorar los
'puntos débiles'. Entre ellos, la búsqueda de negocios fuera de España.
En este sentido, ya se han
iniciado contactos para desarrollar un nuevo vehículo 8x8 para el mercado
europeo. El grupo, que ha invertido 14 millones de euros en su investigación y
desarrollo, explica que «se trata de un vehículo ligero, blindado, que se puede
utilizar en operaciones de paz, para infantería. El proyecto está dirigido desde
Santa Bárbara y se utilizarán todas las tecnologías y conocimientos de las
empresas europeas de General Dynamics». En caso de ser seleccionada para nuevos
contratos, la fábrica de Trubia se vería beneficiada con carga de trabajo.
Asimismo, tiene previsto
participar en el concurso al que se va a presentar General Dynamics junto con la
empresa alemana Heckler & Koch (HK) para suministrar armas ligeras al Ejército
estadounidense. En concreto, se trata de fusiles de asalto. Si resulta
seleccionada, la construcción de piezas se distribuiría entre las factorías de
La Coruña y Oviedo.
Hay un tercer proyecto que,
pese a tener como cliente al Ministerio de Defensa, cuenta con la colaboración
de la empresa israelí Rafael. El fin es comercializar conjuntamente el misil 'Spike'.
Sólo falta que el ministerio abra el plazo de licitación y presentar la oferta.
Si la fortuna se alía con Santa Bárbara, la fábrica de Oviedo también resultaría
beneficiada.
Nuevos departamentos
La alianza con compañías
extranjeras y la búsqueda de mercados en el exterior no es el único paso que ha
dado para conseguir contratos en el extranjero. La compañía ha creado dos
departamentos para impulsar esta nueva línea de negocio. Uno aborda el comercio
exterior y su vicepresidente es Santiago Basteiro; el otro, se ocupa del
desarrollo de negocios y alianzas con empresas y su responsable es Jesús
Redondo.
Esta nueva estrategia forma
parte de un plan de futuro, que comenzó a fraguarse en El Escorial en 2004,
durante una reunión de la cúpula de Santa Bárbara Sistemas. El documento hace
«autocrítica» con vistas a mejorar en los próximos años y recoge los puntos
fuertes y los débiles, que la compañía resume en cinco.
Aparte de potenciar el mercado
exterior, se propone mejorar las alianzas internacionales en Investigación,
Desarrollo e Innovación (I+D+I), la renovación de productos y crear una nueva
línea de negocio ILS (Mantenimiento Logístico Integral). En este sentido, busca
extender el programa 'Leopardo' para dar apoyo logístico a estos vehículos y
modernizar los que fabricó hace unos años, en poder ya del ejército español.
El último punto plantea un
cambio cultural: trabajar en equipo y mejorar la formación de la plantilla.
«Como se ve -asegura la empresa-, el proyecto no trata en absoluto de cierres ni
despidos», como sostienen algunos representantes de los trabajadores. En este
sentido y aunque advierte que prever el futuro siempre es complejo y «nada se
puede descartar», insiste en que «las factorías asturianas son que las ocupan la
mejor posición en el grupo y todos los trabajadores forman parte del futuro de
la empresa». Un ejemplo es que la fábrica de Trubia, con 430 empleados y un
centenar de trabajadores subcontratados en la actualidad, tendrá plena carga de
trabajo hasta 2012. La instalación está especializada en vehículos blindados,
artillería y municiones, aunque el personal ahora está volcado en las dos
primeras actividades. Fabrica las barcazas y las torres de 219 vehículos del
'Leopardo', que estarán listas en 2008, y ha empezado a diseñar y a adquirir
material para los 212 vehículos de la segunda parte del programa 'Pizarro', un
contrato firmado con Defensa que concluirá en 2010. En lo que respecta a
artillería, acaba de adjudicarse un contrato de 180 millones para realizar 70
obuses hasta 2012 y produce el cañón de 120 milímetros del 'Pizarro'.
La factoría de Oviedo, con 331
empleados, trabaja en armamento ligero. No obstante, en la actualidad, su
principal carga de trabajo son piezas pequeñas para el 'Leopardo', el 'Pizarro'
y los obuses de Trubia. Además, ha renovado el acuerdo de suministro para la
empresa de motores de aviación Rolls-Royce. La ocupación, del 80%, crecerá en
2006 al 85% y se mantendrá en ese nivel en los próximos tres años sólo con la
carga de trabajo actual.
Fuente de información:
ElComercioDigital