Desde la ferocidad de una ola
en medio de una tempestad hasta la serenidad de una playa al atardecer, el mar
es el principal protagonista de la exposición de María Antonieta Laviada. En la
muestra, instalada en la sala cultural de Cajastur Monte de Piedad hasta el
próximo 7 de agosto, también hay lugar para los paisajes más bellos de la
geografía de los montes asturianos.
La artista se centra en las
formas naturales e intenta plasmar el movimiento: "En mi obra nunca aparece la
figura humana, no hago retratos ni bodegones porque los considero estáticos. Me
provocan más cosas que tengan dinamismo, como los paisajes".
Laviada lleva toda una vida
dedicada a la pintura, desde que en 1971 realizó su primera exposición. Esta
gijonesa, que se declara autodidacta, ha explorado fuera de nuestras fronteras a
lo largo de su trayectoria y, 10 años después de su última exhibición pictórica
en Gijón, vuelve para mostrar una recopilación de sus mejores obras. "Quise
presentar un conjunto variado, una retrospectiva de estos últimos diez años que
he cuidado mucho, porque quería ofrecer cosas nuevas", asegura.
La artista describe su pintura
como "figurativa, con un componente de abstracción, sin ser muy minuciosa, pero
procurando quitar cosas, ya que pretendo resumir y contar algo, porque como en
todo tipo de artes, la pintura quiere expresar algo". Los temas han variado
desde sus inicios, ya que en sus comienzos se centraba en los paisajes
asturianos tradicionales, pero en su carrera ha ido evolucionando y ha prestado
especial protagonismo al mar, "por ser algo muy cercano para mí y que me
motivaba enormemente".
Respecto a las técnicas,
comenta que en esta muestra ha utilizado el óleo sobre tabla y papel, y que ha
pretendido presentar una muestra variada.
Escrito por Paloma Lamadrid
Fuente de información:
LaVozdeAsturias