Lo mejor del segundo puesto de
Fernando Alonso en Silverstone es que pudo ganar, lo importante de los dos
puntos que endosó a Raikkonen, es que pudieron ser más. El asturiano ha cubierto
la primera parte del complicado mes de julio con la sensación de que McLaren no
puede con él, de que cada carrera que pasa es más líder. El título está más
cerca, tanto, que el ovetense ya reconoce abiertamente que pensó en el
campeonato cuando se echó a un lado al ver llegar a Montoya tras la salida.
Había tiempo para luchar por el triunfo, dos repostajes apurados y unos doblados
que le frenaron. No importa. Fisichella también podría haber restado algún punto
a Raikkonen, da lo mismo. Alonso ha obtenido ventaja sobre su enemigo en el
circuito que menos le favorecía, en el trazado donde McLaren asustaba.
Los directores técnicos de los
equipos más importantes, las opiniones quizá más cualificadas en la F-1, ven a
Fernando Alonso campeón. Unos ven su talento, otros su racha, y algunos como
Mike Gascoyne, de Toyota, creen que será campeón porque "es capaz de ganar a
coches que son más rápidos". Mucho se ha hablado de la racha de Alonso y de la
mala suerte de Raikkonen desde que el finlandés rompió el viernes el tercer
motor de la temporada. Un fallo en su propulsor le relegó 10 puestos en la
parrilla, es cierto, pero no es el único con contratiempos.
Renault, por ejemplo, realizó
un mal reglaje del control de tracción para la carrera de Silverstone, lo que
permitió a Montoya, que salía tercero, llegar a la altura de Alonso en la
primera curva. Ahí perdió el ovetense la primera oportunidad de ganar. La
segunda vino como consecuencia de un fallo de los organizadores que no sacaron
las banderas azules cuando el asturiano realizaba doblajes antes del segundo
repostaje. En uno de ellos sobre Trulli estuvo a punto de irse fuera de la pista
tras realizar un plano en la frenada porque el piloto de Toyota no le vio ni se
apartó. Un error mecánico y otro del circuito le privaron de dos puntos más
sobre Raikkonen. Otro más se le esfumó cuando Fisichella caló el coche en el
segundo repostaje y cedió el tercer puesto al finlandés. Tres puntos a la basura
por mala suerte.
Fuente de información:
LaVozdeAsturias