La falta de información y de
preparación física es la principal causa de accidentes en las zonas de montaña
de la comarca oriental del Principado. Al menos así se desprende de los informes
de la Guardia Civil de Montaña. Unos datos que además, indican que es la ruta
del Cares, dentro de los Picos de Europa, el lugar que mayor índice de
incidencias registra y es más «conflictivo», especialmente durante el verano. Y
es que además esta es una de las sendas de mayor peligrosidad para los
caminantes.
Esto es así, explican en el
Instituto Armado, por dos causas. Una, el vacío existente en la ladera de esta
ruta. Otra, la «inestabilidad» de las piedras en esta zona. Algo que genera
«constantes desprendimientos» en esta senda que pueden acabar «afectando a las
personas que transcurren por ella».
Precisamente en esta senda se
producía un accidente hace menos de 15 días, cuando una mujer caía hasta el río
Cares después de sufrir un golpe de calor. Esta última afección, señala la
Guardia Civil, es una de las causas principales que generan la intervención de
los equipos de rescate.
Junto a los golpes de calor,
las contusiones, esguinces y toda clase de percances físicos que «impiden seguir
avanzando en la práctica del montañismo y senderismo» centran durante el verano
la actividad de los agentes en las diferentes zonas montañosas, principalmente
los Picos de Europa, de la comarca oriental. Un parque nacional por el que pasan
miles de personas, que en ocasiones carecen del material específico para
practicar el senderismo.
Otra de las causas que la
Guardia Civil destaca dentro de los factores que ocasionan accidentes en las
áreas de montaña del Oriente del Principado.
En el invierno, cambian las
tornas y la mayoría de las asistencias de Guardia Civil, que cuenta desde 1982
con un equipo de Montaña (SEMÓN) en Cangas de Onís, consisten en la búsqueda de
personas desaparecidas.
Intervenciones
En lo que va de año, el
Servicio de Montaña de la Guardia Civil ha llevado a cabo un total de 99
intervenciones, con un balance de 14 fallecidos, 46 heridos y 147 ilesos en el
ámbito geográfico que abarca la Comandancia de Gijón. Es decir, los municipios
de Piloña, Parres, Cangas de Onís, Peñamellera Alta, Peñamellera Baja, Amieva,
Ponga, Cabrales, Gozón, Campo de Caso y Laviana.
De todas esas actuaciones, el
equipo de Cangas de Onís ha desarrollado desde enero cinco asistencias, con dos
fallecidos, cuatro heridos y cinco ilesos.
Ahora, con el inicio del
verano, se incrementa notablemente el volumen de actividad de los agentes
destinados a la montaña. En ese sentido, se prevé la ampliación de la dotación,
que el resto del año se mantiene en 10 personas.
Sólo en los meses de verano
-junio, julio, agosto y setiembre- los agentes de montaña realizaron 41
intervenciones, 17 de ellas a cargo del equipo de Cangas. Durante el periodo
estival de 2004, hubo cinco fallecidos, 15 heridos y 42 ilesos. De estos casos,
la sección canguesa intervino en 17, con un resultado de ningún fallecido, ocho
heridos y 23 ilesos. Así, en el verano se triplican las incidencias a las que
acude este grupo cangués.
La recién iniciada campaña
veraniega no ha comenzado con buenos augurios. El mismo día en el que resultaba
herida la mujer irlandesa que cayó al Cares, fallecía un montañero al despeñarse
por el pico Torrecerredo, también en el Parque Nacional de los Picos de Europa.
Para llevar a cabo su actividad, los agentes cuentan, además del material
específico puntero, tanto de comunicación como de rescate, con vehículos
todoterreno adecuados, con el apoyo de perros y el helicóptero de la Guardia
Civil, con sede en La Morgal. Su trabajo se centra en prestar auxilios a las
personas accidentadas, perdidas o aisladas en zonas de montaña o en lugares de
difícil acceso, como edificios, acantilados, chimeneas, cuevas En general,
tienen encomendada cualquier labor en zonas que por su dificultad orográfica o
climatológica requieran de una preparación física y técnica, así como el empleo
de medios específicos.
Recomendaciones
Las recomendaciones que la
Guardia Civil realiza a quienes se decidan a disfrutar de un día en plena
naturaleza son fáciles de seguir, aunque no siempre quien opta por recorrer
alguna de las sendas o rutas de alta montaña las siguen.
Beber abundantes líquidos para
contrarrestar los efectos del calor y evitar la deshidratación es uno de esos
consejos. También recuerda la necesidad de llevar calzado y ropa adecuada, sin
olvidar una protección solar adecuada: gafas de sol y una protección para la
cabeza. Y en cuanto a los zapatos, se indica la idoneidad de no estrenar calzado
cuando se va a caminar por zonas como los Picos de Europa.
Además de no ir nunca solo
cuando se sale a la montaña, tampoco hay que olvidar el teléfono móvil. Resulta
«muy útil» en caso de necesitar comunicarse si se produce una emergencia.
Fuente de información:
ELComercioDigital