Visto desde el aire, el litoral asturiano es una banda de 3 a 5 km de anchura
media, prácticamente llana y que recorre toda le región de este a oeste.
Constituye lo que se conoce con el nombre de rasa costera, una franja de terreno
que forma parte del continente pero que se originó en el fondo marino, en un
medio de plataforma continental. Remontándonos en el tiempo encontraríamos una
orla de terreno submarino inmediata ala línea costera y de relieve plano, debido
al efecto abrasivo del oleaje, las mareas y las corrientes. A partir de la Era
Terciaria, los procesos tectónicos provocarían el levantamiento de esta
plataforma continental hasta situarla por encima de la superficie del mar, dando
lugar ala rasa. Este proceso debió ocurrir en varias fases como atestiguan los
acantilados y plataformas fósiles que se pueden distinguir en algunos tramos de
costa ( excelentes ejemplos de ello son las sierras planas de Llanes )a pesar de
la actividad de los numerosos ríos, que han excavado valles y depositado
sedimentos disimulando el relieve original.
El perfil costero es muy irregular y está dominado por los acantilados, en
general más altos e inaccesibles hacia el centro y el occidente de la región,
donde pueden alcanzar alturas de entre 60 y 110 m. Los tramos de costa
litológicamente más resistentes a la erosión marina forman cabos, cada uno de
ellos coronado por un faro que le confiere una personalidad propia. Son además
excelentes atalayas para seguir la migración otoñal de las aves y para extender
la mirada sobre amplios paisajes litorales. En cambio, en los tramos
formados por materiales más fácilmente erosionables se forman playas y
estuarios. En Asturias hay más de un centenar de playas de las que sólo unas
pocas superan el kilómetro de longitud, si bien es cierto que cuanto más
pequeñas y recogidas son, tanto más hermosas nos parecen. En algunas, entre las
que destacan Xagó, El Espartal y Verdicio, se han formado sistemas dunares de
gran interés por las comunidades vegetales tan peculiares que albergan. Sin
embargo, nada mejor que las playas de roca para disfrutar con la observación de
la gran variedad de especies de algas e invertebrados marinos que viven en el
litoral cantábrico.
Las rías son otro de los accidentes costeros caracterizados por su enorme
diversidad animal y vegetal, gracias a la mezcla de las aguas dulces y marinas y
al efecto de las mareas que crean una amplia variedad de ambientes. La
abundancia de moluscos, crustáceos y anélidos (muchos de ellos de interés
comercial para el hombre), supone una inestimable fuente de alimentación para
multitud de aves acuáticas (limícolas, garzas y cormoranes entre otras),
especialmente durante la invernada y los pasos migratorios. En este sentido, las
rías del Eo y Villaviciosa son una cita obligada para los aficionados a la
ornitología.
Por otro lado, la riqueza natural de la costa tiene un protagonista fósil en
las huellas de dinosaurios jurásicos que aparecen impresas en los acantilados de
los concejos de Villaviciosa, Colunga y Ribadesella y que constituyen el
yacimiento más importante, en su clase, de España.
El litoral es también un medio muy humanizado. A lo largo de toda la marina
encontramos pueblos que se cuentan entre los más bellos y pintorescos de
Asturias (como son Castropol, Luarca Cudillero, Candás, Lastres, Ribadesella,
Llanes,...). cada uno su pequeño puerto pesquero. Merece la pena pasear por sus
callejuelas, observar a los marineros mientras descargan sus barcos ( de vez en
cuando capturan algún tiburón que se convierte en el foco de atención de todo el
mundo), participar en la lonja en la subasta del pescado recién llegado a puerto
y, cómo no, probar su sabrosa gastronomía a base de pescados y mariscos. En
nuestras rutas podremos apreciar las marcadas diferencias que existen entre las
villas costeras y las casas tradicionales del oriente y del occidente del
litoral astur.
Una proporción elevada de la población de la costa trabaja en el campo, por
lo que gran parte de la superficie de la rasa está dedicada a pastos y cultivos.
Además, proliferan las repoblaciones forestales (mayoritariamente de eucaliptos
en el centro y oriente de la región y de pino marítimo en el occidente)
destinadas a la producción de madera.
Por último, debemos destacar los numerosos yacimientos arqueológicos que
atestiguan la presencia de grupos humanos en la zona litoral de la región desde
hace muchos miles de años. Algunos de los ejemplos más sobresalientes son las
Cuevas de Tito Bustillo en Ribadesella, famosa por sus pinturas rupestres, y el
castro de Coaña, un importante poblado celta con marcada influencia romana.
Rutas
- El Espectáculo de los
bufones.
- De Cuevas del Mar a San
Antolín de Bedón.
- En torno al Cabo Peñas.
- La playa de Barayo.
Información: Luis Frechilla
García