Las mujeres copan la
contratación a tiempo parcial en Asturias. El 84% de los trabajadores bajo esta
modalidad laboral en la región son féminas y el 71%de los contratos de ese tipo
suscritos en 2004 en la comunidad (52.788 de 73.354) fueron para ellas. Se
trata, ésta, de una modalidad contractual que crece en el Principado -un 8,3%
entre los hombres y hasta un 9,8% entre las mujeres-, pero no tanto como
quisieran los técnicos de empleo y los sindicalistas.
Los primeros instan al Gobierno
a promocionar este contrato, incluso con «incentivos públicos», porque lo ven
como una llave para abrir el mercado laboral al colectivo femenino, el más
castigado por el desempleo, y así lo reflejan en el documento 'Estrategias
Regionales por el Empleo', que reúne las claves para una nueva cultura laboral
en Asturias.
Los agentes sociales, por su
parte, están dispuestos a apostar por la contratación a tiempo parcial en la
negociación colectiva, pero sin distinciones de género, desde la igualdad.
Llama la atención que en 2004
los contratos a tiempo parcial firmados hombres crecieron casi el triple que los
de mujeres, pero, en términos absolutos y de acuerdo con las estadísticas del
Inem, el número de contrataciones de este tipo que se hicieron a féminas
(52.788) duplicaron con creces los firmados por el género masculino (20.566). El
año anterior, 2003, aquéllos ascendieron a 48.049 y los de los hombres fueron
14.984.
Desde una perspectiva global,
esto es, sumando ambos géneros, se observa que la contratación a tiempo parcial
se incrementó un 9,4% en el 2004 en la región, con un total de 73.354
colocaciones frente a las 67.033 registradas en el 2003 bajo esta modalidad.
De las diferencias numéricas en
función de los sexos, se deduce que el tiempo parcial sigue siendo una opción a
la que se acogen, casi en exclusiva, las mujeres, y ello porque «no les queda
otro remedio, no porque quieran», aclaran desde las centrales sindicales.
En este sentido, la secretaria
de Igualdad de UGT de Asturias, Ana Muñiz, denuncia que, en la actualidad, este
contrato se utiliza para «segregar», en detrimento de las mujeres, que se ven
obligadas a aceptar contratos parciales en precario y temporales, en la mayoría
de los casos, y para «acabar luego haciendo la triple jornada», entre el trabajo
y el hogar, agrega la ugetista. Se trataría de que este contrato «se regulara en
condiciones y de igual forma para los dos sexos», reclama.
En la misma línea se pronuncia
la secretaria regional de Mujer de Comisiones Obreras (CC OO), Dolores González
Fernández, para quien las ventajas de esta modalidad laboral están claras:
«Sales de casa y tienes un trabajo remunerado y, si a la vez tienes cargas
familiares, pues, de esa manera, encajas tu vida». Para González, es «una manera
de conciliar, una ayuda, pero sólo un apaño hasta que haya una ley en
condiciones».
Coincidencia
Ambos sindicatos están de
acuerdo en que esta forma de flexibilizar la jornada laboral y reordenar así el
tiempo de trabajo que defienden los artífices del Acuerdo para el Desarrollo
Económico, la Competitividad y el Empleo es una de las líneas por donde deben
avanzar los procesos de negociación colectiva, pero desde una premisa de
igualdad y bajo fórmulas de estabilidad. Y es que sólo el 7,8% de los contratos
a tiempo parcial que se realizaron a mujeres en Asturias en el 2004 fueron
indefinidos, es decir, 4.131 frente a los 49.041 temporales.
El catedrático de Fundamentos
de Análisis Económico de la Universidad de Oviedo Joaquín Lorences propone que
«en la negociación colectiva se trate de desarrollar la implantación de los
trabajos a tiempo parcial porque así se abrirían las puertas del mercado del
trabajo a las mujeres asturianas». En Europa, añade, «se ha demostrado que es
una vía eficaz».
Una media del 38% de las
europeas están empleadas a tiempo parcial, frente al 18% de las españolas y el
11,5% de las trabajadoras asturianas.
Fuente de información:
ELComercioDigital