Las estrechas calles de
Montecarlo sirvieron esta vez de escudo a Fernando Alonso para defender cinco
valiosos puntos. Una mala elección de neumáticos en Renault condenó las
posibilidades del asturiano de plantar cara a Kimi Raikkonen, su único enemigo,
su gran rival por el título. El duelo entre los dos herederos al trono de
Michael Schumacher duró sólo unos segundos, cuando arrancaron desde la primera
línea de la parrilla y el ovetense intentó sin éxito adelantar al McLaren.
A partir de ese momento sufrió
un tormento para defender su posición con un coche que no se tenía en la pista.
Lo normal hubiera sido empotrarse contra una valla, pero durante 50 vueltas se
aferró a su talento y al angosto trazado monegasco para aguantar hasta donde
pudo. Heidfeld y Webber consiguieron rebasarle. Montoya no lo hizo por una
décima en la línea de meta. Iceman le ha comido cinco puntos, pero aún hay un
colchón de 22 con 13 carreras por disputarse. Nadie dijo que ganar un Mundial
fuera fácil.
SALIDA DISPUTADA
Raikkonen y Alonso mantuvieron
en la cronometrada matinal las dos primeras plazas del sábado. Pero el finlandés
aprovechó las cuatro décimas de ventaja para cargar más combustible sin perder
la pole . Eso le permitiría repostar en la vuelta 41, mientras que el Renault
debería hacerlo en la 37. Para entonces tendría suficiente ventaja, apoyado en
un McLaren que desde Imola va mejor que el Renault.
A Fernando Alonso sólo le
quedaban dos oportunidades: adelantar a Raikkonen en la salida, aprovechando su
menor carga de gasolina, o andar listo si un accidente hacía entrar el coche de
seguridad para poder hacer su repostaje sin perder tiempo. Y lo intentó en la
arrancada. Salió como un tiro e intentó adelantar por el interior antes de la
primera curva, Santa Devota, pero el finlandés le cerró bien la puerta.
El primer intento resultó nulo,
y Alonso esperó acontecimientos tras Raikkonen a una distancia corta, entre tres
y cuatro segundos. Por detrás tenía a su compañero Fisichella; más lejos, al
Toyota de Trulli, y después una fila india con los Williams de Webber --el
australiano perdió dos posiciones en la salida--, Heidfeld, el Red Bull de
Coulthard, y en octava posición el primer Ferrari, el de Michael Schumacher,
todos ordenados y atentos a los acontecimientos, que en Mónaco nunca faltan.
Y llegaron. Albers dejó su
Minardi atravesado en Mirabeau tras realizar un trompo. Coulthard casi lo evitó,
Schumi dejó su alerón delantero en el intento y los Sauber de Villeneuve y Massa
no encontraron hueco para pasar. La montonera obligó a poner en pista al coche
de seguridad, tras el que los pilotos deben rodar agrupados en fila india y sin
adelantarse hasta que se retira tras dejar los comisarios libre la pista.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
Raikkonen era inalcanzable para
Alonso y Renault optó por arriesgar. Aunque el español tenía previsto realizar
un único repostaje en la vuelta 37, su ingeniero de pista optó por mandarle
entrar en boxes y aprovechar la marcha ralentizada para perder menos tiempo en
la parada.
Fuente de información:
LaVozdeAsturias