José Vicente García lleva toda
esta semana atacado. Es el presidente del Club F-1 Oviedo, la peña que primero
se llamó Fernando Alonso, y le faltan manos y horas para atar todos los cabos
del desembarco asturiano en Montmeló este fin de semana. Mañana mismo ya estarán
en el circuito -García calcula que en total serán entre siete y diez mil los
paisanos que vendrán al G.P. de España- y su peña desplaza 1.500 personas, que
viajarán en 35 autocares. Menos de un centenar lo harán en avión y el resto, en
coche.
"Este será el quinto año que
vamos a Montmeló y nunca podríamos imaginar que Fernando llegaría como líder. Y
lo digo no por su falta de cualidades y valentía sino por lo rápido que se han
desarrollado los acontecimientos", dice José Vicente, que tuvo que cambiar el
nombre de la peña por cuestiones de derechos de imagen.
"Todo eso lo llevan desde
Londres y durante dos años nos apretaron para cambiar el nombre. Si aguantamos
tanto fue porque el padre de Fernando y el propio piloto nos sacaron la cara más
de una vez pidiendo que nos dejasen llevar su nombre. Al final hubo que ceder
pero eso no cambia nuestro espíritu", explica este aficionado de solera que hace
18 años ya arrastraba a su mujer embarazada a ver carreras por Europa.
"Pero es normal que tanta gente
se haya aficionado a la F-1. El fenómeno Alonso arrasa en Asturias y más ahora
que puede vislumbrarse un título. Aunque ya sabemos que queda casi todo el
Mundial por delante. Pero él es capaz; es un piloto acostumbrado a medirse con
gente mayor que él. Me acuerdo de cuando corría en Italia que ya se pegaba con
pilotos más veteranos que él". Ya lo tiene todo a punto para el desplazamiento a
Barcelona. Han organizado su viaje y han ayudado a organizarlo a otras de las
seis peñas de Alonso que hay en Asturias. "Hay buen rollo entre nosotros. La
segunda más antigua es la Peña Magic de Pola de Siero. También hay otra en
Morcín, en La Majoya, donde nosotros nacimos, aunque luego nos trasladamos a
Oviedo, está la Gazapu en Noreña y también hay en Lugones y Llanera. Muchos
acuden a nosotros a la hora de montar sus viajes".
El Club F-1 Oviedo se ubica en
la tribuna cuando viene a Montmeló. "Los primeros años íbamos a la 'pelousse'.
Pero hay demasiada gente, no te puedes mover y has de ir muy pronto al circuito.
Si viajas con críos se hace insoportable", dice García, cuya peña estará
presente esta temporada también en los G.P. de Mónaco, Francia, Bélgica,
Alemania, Turquía y China. "Horas extras a destajo", bromea el presidente.
Y cuando no viajan se congregan
en el Auditorio ovetense, con capacidad para 1.400 personas, "y allí sufrimos
todos juntos". Con Fernando la relación es muy cordial "y siempre tiene un gesto
hacia los asturianos sea en el circuito que sea. Antes era más fácil hablar unos
instantes con él. Ahora, con el seguimiento de la prensa es imposible. Incluso
cuando viene a Oviedo ha de recluirse en su casa para que no le agobien. Pero es
un tipo bromista y amigo de los suyos". Ya lo tienen todo a punto para el fin de
semana. Incluidas las 1.600 botellas de sidra, la misma cantidad de bollos y de
empanadas que se zamparán el sábado por la tarde en el campo de rugby de Parets.
Fuente de información:
ElMundoDeportivo