A Cesare Fiorio todavía le
tiembla la voz cuando recuerda aquel día de 1999 que dedicó a evaluar jóvenes
promesas para Minardi. «He colaborado con más de 300 pilotos, pero ninguno me
impresionó como él», asegura el que fuera director de la escudería italiana. Con
17 años, Fernando Alonso acababa de ganar el Euro Open Movistar by Nissan y,
gracias a ello, disponía de la posibilidad de probar un F-1 en Jerez. «La
víspera del test nos encontramos. No sabría explicar la razón, pero me produjo
de inmediato una gran sensación. Tenía un no sé qué en su mirada, en su
motivación, que le hacía especial».
Al día siguiente, bajo una
llovizna continua, llegó su turno. «Se acomodó tranquilamente en el coche y
salió disparado», sonríe Fiorio. Un minuto y medio después el Minardi enfilaba a
toda pastilla la recta. Aunque sorprendido, el director deportivo no pudo
reprimir su cólera: «¿Stop, Fernando! ¿Detente ahora mismo!», le gritó por
radio. «¿Te vas a matar! ¿Esto es un F-1, no un Nissan!», añadió. «Le aseguro
que andaba despacio. Estaba haciéndome al coche para apretar un poco más en la
segunda tanda», contestó el ovetense.
Desde entonces, no ha parado.
Seis años después de aquel espectacular estreno -aventajó al final de la sesión
en 3,5 segundos a su inmediato rival, lo cual deslumbró al mismísimo Flavio
Briatore-, todos los focos dirigen su luz hacia Fernando Alonso. Tiene unas
condiciones innatas para la conducción que le llevaron en 2003 a ser el piloto
más joven de la historia de la F-1 en lograr una 'pole position' y ganar un gran
premio (Hungría). Ahora, dos victorias y un tercer puesto le han convertido en
el dominador indiscutible de este arranque de temporada. No hay nada decidido,
pues no ha hecho más que empezar, pero su sueño de proclamarse campeón del mundo
ha empieza a ser una realidad.
El estilo de conducción del
asturiano es fácilmente identificable y revela una técnica de pilotaje
particular, muy agresiva, pero, al mismo tiempo, suave y delicada. En una vuelta
rápida, llega a la frenada cargando ligeramente el morro y pisando a fondo el
pedal de freno. Antes bloqueaba con frecuencia las ruedas, pero ya no. Su
entrada en la curva es tardía y casi violenta, aunque rápidamente suelta gas
para recuperar velocidad.
Así lo reflejan los gráficos de
telemetría que se manejan en Renault. Un monoplaza actual de F-1 puede llevar
incorporados más de un centenar de sensores encargados de transmitir datos al
box. «La telemetría es un registro de información que permite conocer el
rendimiento del coche y del piloto», explica uno de los ingenieros de la
escudería. Nada se deja al azar. Todo está estudiado, previsto y calculado. Y si
algo pasa, se recurre a la telemetría para conocer por qué ha sucedido.
De la nueva generación
«Si pierdes tiempo en una curva
por la que antes has pasado impecablemente, la telemetría te permite conocer por
qué se ha producido esa situación», resume. Fernando encarna, en este sentido,
al piloto de la nueva generación. Utiliza mucho el control de tracción, confía
en los sistemas del coche, pero, también, dosifica el gas en la aceleración.
«Pero sería del todo erróneo decir que pisa a fondo el pedal y deja que la
electrónica haga el resto», matiza Pat Symonds, director de Ingeniería.
Un coche reglado por el
ovetense no se parece en nada al de su compañero. Lo quiere neutro en la entrada
a curva, una particularidad que no comparten todos los pilotos. Pero si algo
caracteriza la forma de pilotar de Fernando es su cadencia en carrera, ya que
mantiene el mismo ritmo de principio a fin. Si ataca, lo hace desde la salida
hasta ver la bandera a cuadros. Si conserva, también. También llama la atención
su perseverancia. No se rinde jamás. Siempre da el 100% y se adapta al coche,
sea cual sea su configuración -acertada o errónea-.
Por último, los gráficos
confirman que el de Renault sabe adelantar -sus deslumbrantes salidas así lo
avalan- y que la conducción no le absorbe el 100% de su capacidad. Conserva un
margen de análisis que emplea en la gestión de la carrera. De hecho, «no se
contenta con responder a nuestras preguntas por radio, sino que también nos pide
información. Quiere tener una imagen clara de la carrera», señala Symonds.
Fuente de información:
ElComercioDigital