El piloto de Renault
Fernando Alonso llegó inusualmente tarde a Manama, la capital
de Bahrein, una isla de tamaño similar al de Menorca, ya que
aterrizó procedente de Inglaterra a las siete de la tarde de
ayer. El líder del Mundial de F-1 arrastra el cartel de gran
favorito en esta carrera. Por primera vez él es 'Schumacher',
es decir, el hombre a batir por todos, aunque eso no parece presionar
ni al propio asturiano ni a su escudería, que confían
en el trabajo bien hecho.
«El equipo ha
realizado un gran trabajo durante el invierno tanto con el R25 como
con el motor. Los entrenamientos han sido muy intensos para
asegurarnos que el conjunto sea fiable. Y hasta ahora así ha
sido ya que en las dos carreras disputadas hemos conseguido sacar el
máximo partido posible del coche. Ese es el camino que debemos
seguir durante toda la temporada», aseguraba el piloto pocos
minutos después de su llegada.
Mantener el nivel es
lo más complicado cuando se está arriba y Alonso tiene
ante sí una reválida importante en un circuito que
define como similar al de Melbourne: «Hay grandes aceleraciones
y frenadas, aunque ninguna especialmente larga, y también
virajes de alta velocidad. Pero las largas rectas del trazado nos
obligan a rebajar los niveles de aerodinámica para poder
alcanzar una buena velocidad punta en recta, así que el coche
puede mostrarse algo nervioso en las frenadas».
Bajo estas premisas,
una buena estabilidad en la frenada, evitar el bloqueo de los
neumáticos en carrera, una buena dosis de agarre mecánico
y un motor potente son los elementos imprescindibles para ser
realmente rápido en Bahrein. Por eso, el ovetense advierte de
que «tendremos que estar muy atentos en la puesta a punto del
coche para poder mantener estable la parte trasera del monoplaza en
carrera cuando los neumáticos ya estén gastados».
La gran incógnita
de Alonso está en quién serán sus rivales en
Bahrein. «McLaren está fuerte y, sobre todo, tengo
curiosidad por ver el verdadero valor del Ferrari y los Bridgestone,
que seguro que aquí no van a ir tan mal como en Malasia. De
nosotros depende seguir haciéndolo bien», comentaba
Fernando por la tarde antes de salir disparado hacia el hotel. Por
cierto, una habitación en un establecimiento hotelero en
Bahrein cuesta una media de 600 euros por noche, sin ser un lujo.
Desgaste de
frenos
Rod Nelson, el
ingeniero de pista de Alonso, es una de las personas sobre las que
recae la responsabilidad de mantener la competitividad de su
monoplaza. El circuito de Bahrein es, en este sentido, uno de los
circuitos que pone a prueba de forma extrema la estabilidad de
frenada de los coches y quizás el más exigente, junto
con el de Montreal, en el desgaste de los frenos. De hecho, matiza
Nelson, «los pilotos se ven obligados a pasar de una velocidad
de 320 kilómetros por hora a primera o segunda marcha en tres
ocasiones distintas a lo largo de una misma vuelta».
Fuente
de información: ElComercioDigital