A Fernando Alonso le ha salido
un nuevo enemigo. Se veía venir, pero hasta ayer no se hizo oficial. El nuevo
monoplaza de la escudería italiana Ferrari debutará en el Gran Premio de
Bahrein, que tendrá lugar el 3 de abril en el circuito de Shakir, según
confirmaron ayer fuentes de ese equipo.
La dirección de la escudería ha
adoptado esa decisión después de analizar los resultados de las pruebas que
durante los pasados días ha llevado a cabo en el circuito de Mugello. Fue el
propio director general de Ferrari, el francés Jean Todt, quien aseguró ayer que
el F-2005 ha garantizado su fiabilidad y potencial en estos días de controles,
en los que ha sido conducido por los pilotos de prueba y también por los
titulares del Campeonato del Mundo, es decir, el alemán Michael Schumacher y el
brasileño Rubens Barrichello.
Ambos disputarán las carreras
del Mundial con sendos F-2005, mientras que como coche de reserva estará el
F-2004 utilizado en los Grandes Premios de Australia y Malasia.
En esas carreras la actuación
de Ferrari no ha sido especialmente buena, ya que los puntos conseguidos han
sido ocho por parte de Barrichello en la primera y dos por Schumacher -actual
campeón mundial- en la segunda.
Esos resultados y las pruebas
de Mugello han acelerado la puesta a punto y utilización del nuevo modelo de
Ferrari, según Todt, quien se mostró convencido de que a partir de Bahrein
«volveremos al ataque tras dos carreras a la defensiva. Estoy contento de cómo
ha reaccionado el equipo y nuestros colaboradores para intentar recuperar el
verdadero nivel de competitividad», afirmó el director general.
Fuente de información:
ElComercioDigital