No hubo cámaras de televisión,
ni fotógrafos, ni aficionados, ni siquiera curiosos. Fernando Alonso sorteó a la
Prensa a su llegada a Asturias, donde descansará durante unos días, con el mismo
sigilo y rapidez que le caracteriza en los circuitos de la Fórmula 1.
Una joven que no quiso
identificarse dio la noticia a los medios de comunicación. El asturiano había
llegado al Aeropuerto de Ranón minutos después de las 11:00. Se le esperaba a
las 13:25 en un vuelo regular procedente de Madrid, pero se adelantó en uno
privado y apenas una decena de personas, entre empleados del aeropuerto y
pasajeros a la espera de algún vuelo, presenciaron su salida. Los miembros de
las tres peñas que tiene Alonso en el Principado no acudieron a recibir a su
ídolo. Estaban despistados por las informaciones contradictorias que apuntaban a
la posibilidad de que permaneciera en Inglaterra, como él mismo manifestó el
domingo en la Cadena SER.
El astro asturiano siguió
jugando al despiste con la Prensa y no se dirigió inmediatamente al domicilio
familiar, un chalet en la localidad de Villamiana, muy cerca de Oviedo. Un
numeroso grupo de representantes de los medios de comunicación regionales y
algunos de ámbito nacional, entre ellos AS, esperaron ante la puerta de la casa.
Nadie contestó al timbre y no se atisbó movimiento ni en las ventanas ni dentro
de la finca. Los vecinos, acostumbrados a ver al ídolo asturiano con cierta
naturalidad, asistían atónitos ante tal expectación y aseguraron que no habían
visto llegar a nadie en todo el día. Incluso un niño algo despistado, que jugaba
con un balón, afirmó que el piloto ovetense no llegaría a casa hasta la semana
siguiente.
Casi inaccesible. Desde que
Alonso explotó todo su talento en el gran circo hace ya dos años, se ha puesto
cada vez más difícil localizarle cuando vuelve a casa. Sí que ha participado en
diferentes actos públicos, pero cada vez con menos frecuencia. La última vez en
la que el crack asturiano aceptó comparecer ante la Prensa de forma organizada
en el aeropuerto fue a su regreso del GP de Brasil, en abril 2003. Era la
segunda vez que se subía al tercer escalón del cajón, después de una carrera en
la que sufrió un aparatoso accidente en Interlagos con los restos del coche del
australiano Mark Webber, estrellado sin consecuencias graves instantes antes.
Fernando hizo aquel ya mítico gesto de OK con el pulgar levantado para
tranquilidad de su familia mientras le retiraban en camilla. Unos días después,
apareció sonriente y sin collarín en la pista de aterrizaje del aeropuerto
asturiano y no tuvo problemas en hablar y fotografiarse con su trofeo.
Alonso siempre ha manifestado
que Asturias es para él un refugio de descanso y que prefiere que en su tierra
le dejen tranquilo. Posee varias propiedades en la región, en lugares como
Candás, La Fresneda o la propia capital, por lo que es muy difícil saber dónde
estará pasando estos días de relax junto a sus familiares y amigos. Sus padres
estaban ayer ausentes por el fallecimiento de un familiar en Zaragoza, aunque sí
que debió de encontrarse con su hermana y su abuela. 'Nano' no tiene previsto,
en principio, asistir a ningún tipo de compromiso público antes de marcharse
para preparar el GP de Bahrain, que se disputará el 3 de abril.
Fuente de información: as