A falta de una gripe más
fuerte, este invierno el protagonismo parece querer acapararlo otro virus: el de
la gastroenteritis. Desde principios de febrero, el Principado está sumido en
una epidemia de origen gástrico, que está afectando a más de mil asturianos cada
semana. Así lo ha confirmado el Servicio de Vigilancia Epidemiológica de la
Consejería de Salud, que asegura que la gastroenteritis pasa factura ya en
Asturias a igual número de personas que la gripe, al registrar una tasa de 100,5
casos por cada cien mil habitantes.
Los últimos datos recogidos por
el departamento sanitario revelan que durante la primera semana de febrero
fueron 1.068 los asturianos que padecieron el 'mal del estómago', nombre que
también se emplea para denominar a la gastroenteritis. Salud habla ya de brote
vírico y se espera, por el comportamiento que el virus está mostrado este
invierno, que su incidencia crezca aún más en las próximas semanas.
Así, si usted ha sufrido estos
días vómitos, diarreas y un fuerte dolor estomacal dé por seguro que ha sido
víctima de la epidemia gástrica que se pasea por la región, y cuya acción está
siendo algo más elevada en Avilés, con tasas de 142 casos por cada cien mil
habitantes, municipio al que le siguen Gijón, Oviedo y Mieres.
La más alta en 4 años
Los expertos aseguran que los
casos de gastroenteritis registrados este mes en Asturias dejan uno de los
índices de incidencia más elevados de los últimos cuatro años. Aunque esta
enfermedad comenzó a actuar con más fuerza en Asturias en 2002, hasta la fecha
el récord correspondía a 2004, año en que este trastorno gástrico también
alcanzó el umbral epidémico. En aquel momento se llegaron a contabilizar 800
enfermos a la semana, doscientos menos que en la actualidad.
Pero, ¿quién es el responsable
de esta situación? En realidad, no hay un único culpable, ya que son dos los
virus que están detrás de esta molesta epidemia. En ambos casos se trata de
agentes patógenos que se transmiten de persona a persona a través del tacto, y a
través del agua. Uno de ellos, el que afecta a la población adulta, se llama 'norwalk'
o 'norovirus' y es el responsable de que las diarreas se hayan convertido en
Asturias en uno de los principales trastornos de salud, desplazando, en
ocasiones, a la gripe. Se llama así por su aparición hace 30 años en la ciudad
de Norwalk, en el Estado norteamericano de Ohio.
Este microorganismo, muy
infeccioso y que viaja a través del agua, los alimentos o el simple contacto
entre la gente (se contagia por vía feco-oral), solía estar ligado mayormente a
brotes gástricos en cruceros y hoteles. Sin embargo, desde hace algunos años
parece irrumpir con fuerza entre la población urbana. Ismael Huerta, del
Servicio de Vigilancia Epidemiológica, asegura el 'norwalk' se ha convertido ya
un virus típico de finales de invierno. Su rápida propagación se atribuye a la
facilidad de su contagio.
El otro agente implicado en la
epidemia que sufre Asturias es uno de la familia de los rotavirus, el cual se
ceba especialmente con la población infantil. Debe su nombre a la forma de rueda
que presenta al microscopio.
Pero, ¿por qué estos virus
campan a sus anchas en invierno, logrando hacerse un hueco entre la siempre
omnipresente gripe? Por que son organismos que «están muy cómodos en climas
fríos», responde Huerta. Desde la Consejería de Salud se está analizando con
especial interés el comportamiento de estos virus, propios del invierno, cuya
incidencia ha crecido de forma notable en los dos últimos años. Y es que hasta
hace bien poco, las gastroenteritis, como las bicicletas, eran para el verano.
Fuente de información:
ElComercioDigital