La organización corresponde a
la Federación Española de Piragüismo y por delegación al Comité Organizador del
Descenso Internacional del Sella y a la Federación de Piragüismo del Principado
de Asturias.
SALIDA
La salida oficial se dará a las
12:00 a.m.
Las embarcaciones deberán estar
situadas una hora antes (11:00 a.m.)
en el puesto de salida que les
haya correspondido en el Sorteo, donde serán verificadas por los Jueces de
Orilla.
La Salida es de tipo "Sella",
con los participantes y sus embarcaciones fuera del agua.
Las palas de los participantes
quedarán bloqueadas en una estructura metálica que se cerrará quince minutos
antes de la salida oficial y se abrirá en el momento en que cambien los
semáforos de salida de rojo a verde.
RECORRIDO
El tramo del Río Sella
comprendido entre los Puente de Arriondas y el Puente de Ribadesella (20 Kms.)
para las Categorías Senior, Junior y Veteranos en K2, K1, C2 y C1
El tramo Puente de Arriondas -
Puente del ferrocarril de Llovio, (15 Kms.)
para categorías Cadetes,
Centenarios, Mixtas y las embarcaciones del tipo RR.
LLEGADA
La línea de llegada estará
situada bajo el ojo del Puente de Ribadesella señalado con la correspondiente
pancarta de META (20 Km.).
Las categorías Cadetes,
Centenarios, Mixtas y las embarcaciones del tipo RR tienen como META el Puente
de Ferrocarril de Llovio (15 Km.).
El tiempo de CIERRE DE CONTROL
es de 30 minutos para ambas Metas, a partir de la llegada de la primera
embarcación por cada categoría y modalidad.
Más información en
www.descensodelsella.com
HISTORIA DEL
DESCENSO DEL SELLA
Todo empezó cuando Dionisio de
la Huerta, en 1929, llegó a su casa de Coya, en Infiesto, para disfrutar de sus
vacaciones de verano. Cuando se dirigía a la estación de ferrocarril de
Barcelona, donde tenía previsto tomar un tren que le condujese a Madrid, para
coger allí uno con dirección a Asturias, vio una piragua plegable en los
almacenes El Siglo.
Pensando en lo fácil de su
traslado, le pareció el artilugio más apropiado para llevar a Coya y a los pocos
días ya estaba practicando el piragüismo en la presa de El Molino. Pocos días
después, junto al médico Benigno Morán y a un joven que se llamaba Manés
Fernández (éste último, en una K-1 de fabricación casera y equipada con
flotadores laterales), decidió hacer una excursión, curiosamente por el río
Piloña, desde Coya hasta Infiesto. Fueron cerca de cinco kilómetros por el río,
en los que emplearon dos horas y media...
Lo que parecía una anécdota no
se quedó allí. Con la experiencia de aquellos cinco kilómetros recorridos en
piragua desde Coya hasta el puente de Infiesto, Dionisio de la Huerta convenció
a su amigo Alfonso Argüelles para que le acompañase río abajo hasta Arriondas y
también a Manés Fernández.
En una piragua con flotadores
iniciaron aquella primera excursión acompañados por un grupo de amigos que les
seguían en autocar.
Con reiteradas paradas para
sacar el agua de la piragua y algún que otro bocadillo, les pilló la noche en
Soto de Dueñas, por lo que, después de reponer fuerzas, decidieron dejarlo para
mejor ocasión. Habían recorrido en aquella aventura unos catorce kilómetros y
estuvieron durante más de siete horas disfrutando del río y del paisaje, que era
lo que de verdad le interesaba.
En Infiesto no se hablaba de
otra cosa que de Dionisio de la Huerta y de sus aventuras.
Al año siguiente se celebró lo
que después se erigiría en la primera edición del Descenso del Sella, entre
Infiesto y Ribadesella, según unas versiones, y entre Infiesto y Soto de Dueñas,
según otras. Esta vez, fueron Dionisio, Alfonso Argüelles y Manés Fernández, y
lo cierto es que emplearon siete horas, puesto que cada poco paraban y
compartían la experiencia con los catorce amigos que les seguían por la
carretera.
En 1931, la meta ya estaba en
Ribadesella, mientras que se salió de Soto de Dueñas, entrando en el Sella en
Arriondas. 25 kilómetros de recorrido y cuatro horas y doce minutos para
completarlo. Tiempos heróicos.
En 1932, se fija lo que sería
el recorrido definitivo, entre los puentes de Arriondas y Ribadesella.
Diecinueve kilómetros de descenso -los cinco últimos en ría- que fueron
cubiertos por trece palistas, venidos de Gijón, Ribadesella, Infiesto y Oviedo,
en la primera edición competitiva.
La Guerra Civil paralizó el
Descenso entre los años 1936 y 1943, para reanudarse el 11 de agosto de 1944,
cuando once piraguas tomaron la salida en Arriondas.
En 1951 se inscribirán por
primera vez competidores extranjeros, los italianos del Circolo Canottieri
Tirrenia de Roma, los portugueses de las Mocidades y los franceses del Club
Tonneis. En el año 1955 se inscribe el primer equipo de otro continente, el
cubano.
El año 1960 marca un hito en la
historia del Descenso, por ser el de la creación de la Federación Española de
Piragüismo, que se desliga de esta forma de la Federación de Remo, algo que
había sido solicitado repetidas veces por Dionisio de la Huerta y que
garantizaba el futuro de la fiesta de las piraguas.
En la edición de 1994 tomaron
parte más de 1.400 embarcaciones y ya no queda sitio físico en las playas de
cantos rodados de Arriondas para colocar más canoas prestas a la salida. Y es
que el Descenso del Sella es hoy por derecho propio la cita más importante del
piragüismo mundial. Cabría esperar pues, una competición pura, al estilo de los
años 80 y 90, pero el Descenso, pese a la televisión, a los patrocinadores y a
sus excesos publicitarios, conserva ese sabor romántico del que le supo
impregnar Dionisio de la Huerta y por el que luchó hasta el final de sus días.
Fuente de información:
descensodelsella.com