Registrado: Aug 14, 2004 Mensajes: 10514 Ubicación: Santo Domingo. RD
Publicado: Jue Feb 19, 2009 6:40 pmAsunto: NOMEOLVIDES
Existe una flor azul celeste, muy humilde, de la familia, según dicen los botánicos, de las borragináceas, que los profanos llamamos «Nomeolvides» y que sobre ella pesa una leyenda, que hace muchos años descubrí leyendo poesía. Se trata de un poema de Juan Eugenio Hartzenbusch, titulado «No me olvides».
Este escritor romántico, nacido en Madrid el 6 de septiembre de 1806, fue hijo de un ebanista alemán establecido en España, y de madre española, autor, entre otras obras, de «Los amantes de Teruel», muy elogiada por Larra. También escribió poemas además de sus obras dramáticas, uno de cuyos libros, con el juicio crítico y la biografía del autor, publicado Madrid en 1887, conservo en mi biblioteca y, releyéndolo, me ha recordado esta leyenda.
Comienza el poema con estos versos: «Por la orilla de un torrente / dos esposos paseaban / el día que se juraron / cariño eterno en las aras». Caminaban, pues, los enamorados silenciosos junto al agua del río, que a su vera corría. De pronto, ella «una flor azul celeste / vio flotar sobre las aguas» y dando un tierno suspiro de recién enamorada dijo: «¡Flor infeliz! de una vida / que ser no pudiera larga, / bien temprano te despojan / esas olas inhumanas.» El amante, pensando que ella deseaba salvar de la corriente a la sencilla flor, se lanzó al agua. Ya sabemos cómo es de arrojadizo y valiente el amor. Así, aquel hombre sin pensar en el peligro y sólo tratando de agradar a su amada, se arrojó no viendo, o ignorando, el peligro.
El poema continúa describiendo cómo le faltan al enamorado las fuerzas, pero, a pesar de la desigual lucha entre el hombre y el agua bravía, aprovechando que la flor se detiene en un remanso: «Hace un esfuerzo y la coge, / y arrójasela a su amada; / y ella, creyéndole salvo, / los tiernos brazos le alarga.» Pero es inútil, porque la fuerza del agua y la falta de energías del amado, agotado por el esfuerzo, son causa de que no pueda salir y se hunde en la profundidad. Así dice el poeta: «¡En vano! que el agua quieta / profunda sima ocultaba» y ésta lo hunde para siempre, pero antes de que esto ocurra el amante aún puede exclamar: «No me olvides; ten memoria / del que tanto te adoraba.» y termina el poema: «Este trágico suceso, / divulgado por la fama, / dar hizo a la florecilla, / origen de la desgracia, / el nombre de «no me olvides», / y «no me olvides» se llama. _________________ EL LUGAR MAS SOLITARIO DEL MUNDO ES EL CORAZON HUMANO DONDE NO HAY AMOR..
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