Un total de 74 asturianos
solicitaron desde enero a septiembre de 2005 las prestaciones de la maternidad
compartida. La cifra resulta similar a la del pasado año en este mismo periodo
temporal, aunque la supera en 4 personas. El número no deja de ser bajo. De las
3.450 madres que disfrutaron del permiso de paternidad, tan sólo lo compartieron
con su pareja en esos 74 casos. A pesar de que el número sea bajo, para los
expertos en el tema no resulta muy significativo. "Es un permiso que no es
propio de los hombres, sino que pertenece a las mujeres, y para que ellos lo
disfruten, ellas tienen que renunciar a él", explicó Ana Muñiz, responsables de
Asuntos Sociales de UGT en Asturias.
Tal y como está configurado
actualmente, este permiso de paternidad es, en realidad, una maternidad
compartida. De las 16 semanas que corresponden a la madre, las diez últimas se
las puede ceder al otro progenitor. Esto supone que en la mayoría de los casos
la decisión no nazca de la voluntad de los padres, si no de un acuerdo entre la
pareja. Ana Muñiz comentó que, además, "seguimos estando en una sociedad en la
que parece que los cuidados a las personas que los necesitan son cosa de las
mujeres, como si tuvieran un don especial para ello, y esto no es así".
OPTIMISMO ANTE LA NUEVA LEY
Ana Muñiz mostró
optimismo ante la nueva ley que quiere sacar adelante el Gobierno. En este
sentido, la responsable de servicios sociales de UGT comentó que "lo bueno es
que este permiso sea del padre o se pierda, no se pueda traspasar a la madre.
Gracias a esta medida, podremos lograr cambios culturales". El único pero es que
una semana es un periodo corto. "Es muy poco tiempo. Desde el gobierno dicen que
no se podría asumir un gasto mayor, pero opinamos que un periodo importante de
paternidad es la única manera de igualar los géneros de cara al empresario",
explicó Muñiz, y añadió que "es la forma lograr la igualdad".
LOS HORARIOS INCOMPATIBLES
En un tercio de los casos, los
padres de niños pequeños entran a trabajar cuando las guardería o los colegios
todavía no han abierto sus puertas, según las estadísticas recogidas en el libro
´Madres que trabajan. Dilemas y estrategias´. Y el problema no acaba ahí. Dos
tercios de los padres continúan en sus oficinas cuando los centros escolares
cierran sus puertas.
Según la catedrática de
sociología de la Universidad Carlos III de Madrid, Constanza Tobío, la falta de
coordinación de los horarios de los padres sus hijos es uno de los problemas más
serios a la hora de compatibilizar la vida laboral y familiar. "Antes un
asalariado trabajaba ocho horas al día y mantenía una familia. Ahora, para vivir
bien tienen que entrar dos sueldos en las casas. Además, tanto el hombre como la
mujer trabajan muchas más horas. Qué beneficio supone?", concluye la experta.
LA FAMILIA
El 80% de las madres que
trabajan fuera del hogar recurren a la familia para hacer compatible su empleo
con el cuidado de los hijos. De hecho, dos de cada tres madres creen que la
colaboración familiar es lo que más les ayuda, según el estudio elaborado por la
catedrática de Sociología de la Universidad Carlos III Constanza Tobío.
En este apartado, la experta
confirma que la abuela materna es el recurso principal de las madres
trabajadoras. Sin embargo, no se trata de algo infinito. "La generación de
mujeres que tienen ahora entre 50 y 65 años no trabajan fuera de casa y se
pueden dedicar a sus nietos, pero las futuras abuelas sí que estarán empleadas y
no podrán dedicarse tanto a la familia", comentó Tobío.
En la encuesta realizada por la
catedrática, la mayoría de mujeres jóvenes con hijos no se veían de mayores
cuidando a sus nietos. "Casi todas aseguraban que el Estado habrá solucionado
para entonces el problema", añadió.
Además de las abuelas, el otro
recurso más utilizado es el del servicio doméstico remunerado, utilizado por el
28% de las madres que trabajan.
Fuente de información:
LaVozdeAsturias