Asturias registró en 2003, un
año más, la tasa de mortalidad más alta de España. Aragón, Galicia, Castilla y
León y Extremadura fueron las otras comunidades autónomas con más de mil
fallecidos por cada 100.000 habitantes. Entre tanto, Canarias, con 669, presentó
el índice más bajo.
Según el Instituto Nacional de
Estadística (INE), en 2003 se contabilizaron 916,16 fallecimientos por cada cien
mil habitantes. En ese año se produjeron en España 384.828 defunciones, un 2,7
por ciento más que el año precedente. El INE precisa que la mortalidad está
directamente relacionada con el envejecimiento de la población.
La tasa bruta de mortalidad fue
particularmente elevada en los meses de verano, en los que, con una fuerte ola
de calor, el incremento fue superior al 15 por ciento.
Fuente de información: lne