Asistentes a la presentación de la XBox 360, ayer, en el salón
de actos de la Escuela Superior de Marina Civil.
La nueva consola de Microsoft XBox desata el furor en el campus de Viesques
al ser presentada ante 300 aficionados a los videojuegos
A otro nivel. Así estuvieron ayer los trescientos asistentes a la presentación
de la XBox 360, la nueva videoconsola de Microsoft, que pudieron conocer de
primera mano -antes que el resto de españoles- los entresijos del nuevo
producto con el que la compañía de Bill Gates pretende desbancar
a su competidora directa, la PlayStation PSP de Sony.
Los aficionados a los videojuegos pudieron disfrutar de un extraordinario,
pero algo escaso, aperitivo en la Escuela Superior de Marina Civil. Óscar
del Moral, jefe de producto de XBox en España, vino al campus de Viesques
para poner los dientes largos a más de uno. Sólo fueron dos los
afortunados que tuvieron la oportunidad de probar la nueva consola de Gates,
que saldrá al mercado el próximo viernes, 2 de diciembre. El resto
tuvo que conformarse con ver la función desde sus butacas.
Los videojuegos no son sólo cosa de niños. Y las compañías
tecnológicas lo saben. Por ello, tanto los videojuegos como las consolas
son ahora auténticas virguerías de ingeniería. Tan sólo
en la creación de un videojuego se invierten en torno a quince millones
de euros. Una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que Microsoft
espera vender, nada más y nada menos, que tres millones de unidades en
los tres primeros meses de comercialización del producto.
Óscar del Moral entró en el salón de actos de la Escuela
Superior de Marina Civil disculpándose de antemano por no poder obsequiar
a los presentes, o por lo menos a alguno de ellos, con el último caballo
de batalla de su compañía. «Hay que esperar a que salga
a la venta», apuntó. Tras reponerse de la pequeña decepción,
el público asistió entusiasmado al análisis de las características
internas de la XBox. No en vano, muchos de los presentes eran alumnos de la
Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Informática,
con lo que pudieron comprobar en la práctica sus lecciones de teoría.
«La nueva consola beneficia directamente al usuario, ya que éste
podrá disfrutar de un producto de nueva generación, con un diseño
diferente, contenido de alta definición, conexión gratuita para
prestaciones de comunicación y descarga de contenido; además,
existe la posibilidad de conectar dispositivos digitales tanto de audio como
de imagen a la consola para hacer uso de las funciones multimedia», apuntó
Óscar del Moral.
Y es que la XBox 360 es mucho más que un aparato con el que poder jugar.
Además de cumplir su función principal de plataforma lúdica,
actúa como reproductor de sonido y DVD, soporte fotográfico, descarga
de contenidos de internet e incluso sirve de soporte para comunicarse vía
MSN. Todo un lujo para los sentidos.
La gran expectación levantada por la inminente salida al mercado de la
videoconsola de Microsoft hizo que desde primera hora de la mañana se
formasen largas colas a la entrada del recinto en el que se celebraría
la presentación. Algunos estaban allí por vocación, pero
otros muchos esperaban por afición. Tal era el caso de Iván de
Albornoz, estudiante de Ingeniería Técnica Industrial, que se
alza como uno de los más grandes aficionados gijoneses en materia de
videojuegos. «Tengo la antigua XBox y también la PlayStation, pero
me voy a comprar la nueva de Microsoft en cuanto salga al mercado; es muy buena»,
aseguró.
Una vez dentro, y tras escuchar una disertación sobre hardware, software,
dispositivos USB y plataformas XNA, llegó el momento más esperado:
la visualización de los juegos. Coches, guerras y aventuras. Todo ello
bajo una inmensa realidad virtual y con unos efectos ópticos dignos de
la mejor película de ciencia ficción. El reparto del «merchandising»
de la XBox se hizo de una forma equitativa y racional. Carlos de Albornoz y
Carlos Villafañe se disputaron los regalos del público a dos vueltas
en coche por Londres. Eso sí, virtual. Al final, la victoria fue para
un experimentado Villafañe y para el sector de butacas en el que se sentaba.
Camisetas para los vencedores y llaveros para los derrotados. «Si el juego
me gusta puedo estar horas delante del ordenador o la videoconsola; mis favoritos
son los de coches», aseguró Villafañe.
Por: Olaya SUÁREZ
Fuente : La Nueva España