Como en todo, los saldos
migratorios -la diferencia entre la gente que va a vivir a un sitio y la que se
marcha- están muy mal repartidos. Al menos, eso se deduce del estudio de Sadei
-titulado 'Movimientos migratorios en Asturias'-, que deja en evidencia que muy
pocos concejos asturianos pueden presumir de cifras positivas.
Así, se puede considerar
privilegiados a municipios como Gijón, Oviedo, Laviana, Llanera, Carreño y
Cangas de Onís. La condición de ciudad grande, de villa costera o de concejo
situado en la zona central de Asturias juegan un papel decisivo a la hora de
provocar un saldo a favor. Por contra, la etiqueta de 'postindustrial' perjudica
a determinados concejos, que no 'captan' ni a asturianos ni a inmigrantes. Un
fenómeno preocupante, a la vista de que los nacidos en estos municipios
cambian cada vez más de domicilio.
Centro y playa
Un mero vistazo a la lista de
municipios que ganan población -se incluyen los asturianos que se empadronan y
también los foráneos, de otras comunidades autónomas o del extranjero- deja en
evidencia las preferencias de quienes se mudan de casa. Se van a municipios
grandes, con más posibilidades, o a villas con una calidad de vida agradable.
Los viejos municipios industriales y mineros sufren una pérdida de población
constante.
Mieres tiene el triste título
de ser el concejo asturiano con peores cifras, con un saldo migratorio de -588
vecinos. De la mano va Langreo -segundo por detrás-, con -455 y, tras ellos,
Cangas del Narcea, que registró 224 habitantes menos en sólo un año. Avilés es
el cuarto (-222) y, a continuación, una lista de municipios mineros en la que se
cuelan Tineo y Corvera.
Las ganancias
El resto de las cifras
negativas corresponden a pequeños concejos rurales situados en las alas de la
región, con pérdidas muy pequeñas, a la par que sus padrones municipales.
¿La razón? Los inmigrantes y
los prejubilados eligen para trabajar y para vivir fundamentalmente Oviedo y
Gijón. Especialmente llamativo es el caso de los extranjeros, cuya presencia en
otros concejos es poco significativa, especialmente en las cuencas. Por ejemplo,
hay más extranjeros en Llanes (266) que en Langreo (220).
Y eso que el municipio de la
comarca del Nalón triplica en población a la villa turística y los precios de la
vivienda son notablemente más baratos.
En el otro lado de la balanza,
Oviedo tuvo un saldo positivo de 2.631 habitantes más en un año, seguido de
Gijón (2.304), Llanera (277), Castrillón (178), Villaviciosa (175) y Cangas de
Onís, con un saldo positivo de 169 habitantes.
Asimismo, también resultan
significativos los casos de Siero (138 personas más), Llanes (125), Carreño
(123) y Ribadesella (116). En el resto de los concejos con números positivos -27
municipios- las cifras son siempre inferiores al centenar de habitantes.
Fuente de información:
elcomerciodigital