«La frontera natural entre
Galicia y Asturias está en el río Navia, mientras que la frontera administrativa
que marca el río Eo no es más que una frontera artificial». Esta máxima,
formulada por los idearios galleguistas, se ha extendido más allá de los
círculos nacionalistas. El discurso que reafirma la galleguidad del territorio
Navia-Eo conforma ya un tópico asumido como cierto por la sociedad gallega en
general. Es, además, un tópico capaz de generar políticas activas en la Xunta.
Así lo ha recogido el escritor Ignacio Llope en su elogiado trabajo «Xogo
d'identidades na terra del Navia-Eo», expuesto recientemente en las sesiones de
estudio que organiza la Academia de la Llingua Asturiana. Un trabajo que trata
de desmontar los tópicos en torno a la supuesta galleguidad de esta comarca.
Llope ha analizado diversas
investigaciones de instituciones asturianas y gallegas sobre la identidad del
territorio Navia-Eo. En unos y otros se da una diferencia clara. Los estudios
asturianos tienen en cuenta la condición fronteriza de la comarca y admiten el
ir y venir de los flujos culturales. En cambio, los estudios gallegos
«restringen la condición de frontera exclusivamente a la orilla asturiana».
Estos estudios sostienen que los elementos culturales gallegos penetran en la
franja occidental de Asturias, pero nunca al revés, «olvidando que también se
dan en los territorios fronterizos con Asturias al occidente de la raya».
En consecuencia, los asturianos
de la franja Navia-Eo adoptan para los estudiosos gallegos la condición de
«arrianos» o «estremeiros», mientras que los habitantes gallegos de la franja
oriental de Galicia no reciben ninguna etiqueta fronteriza, según expone Llope.
Esta «invisibilidad» de la frontera al otro lado del Eo, explica Llope que
«quizás sea por causa de que, entre otras cosas, no se toma en consideración
como elemento digno de investigar. Y lo que no se investiga, en este caso, no
existe». Llope cuestiona la metodología que siguen los estudios gallegos que
analizan esta cuestión. «Todos echan mano del término de ambigüedad para
describir la identidad de los habitantes de Ibias, Boal o Grandas. Ambigüedad
que parte de sentirse asturianos y ser portadores de cultura gallega». Sin
embargo, cuestiona Llope que «en todos estos estudios, de manera cualitativa, se
ofrecen discursos explícitos e inducidos para crear un interrogante de dos
identidades excluyentes». Como ejemplo de este discurso inducido cita Llope al
autor Pereiro Pérez, que al exponer un estudio realizado en Boal explica lo
siguiente: «Ante mi presencia, identificada como gallego, que hablaba gallego,
provocaba por momentos la discusión entre ellos de hablar conmigo y entendernos
perfectamente». Para Llope, esta aclaración resta validez a la investigación, al
no «dar cuenta como es debido del discurso nativo acerca de su propia cultura».
Por contra, la ambigüedad
desaparece en el estudio coordinado por el catedrático de la Universidad del
País Vasco, Francisco Llera Ramos, «Estudio sociollingüístico d'Asturias 2002»,
que dedica un apartado al Navia-Eo. Llope resalta que esta investigación
concluye que «en el aspecto sociolingüístico, el 87,7 por ciento de los
entrevistados expresa su voluntad de que su comarca permanezca en Asturias,
frente al 7,3 por ciento que opta por la integración en Galicia. Además, un 74,3
por ciento «asegura sentirse asturianos hasta la médula», un 14,3 por ciento
afirma sentirse «un poco gallegos» y un 8,7 por ciento «las dos cosas por
igual». Según Llope, «los resultados de este estudio muestran que la lengua,
como elemento objetivo y mensurable, no generó ningún discurso de identidad
antagónico respecto a Asturias en los autóctonos eonaviegos». Asimismo, este
estudio, en contra de otros gallegos, concluye que los grupos que reivindican la
galleguidad lingüística y cultural del territorio Navia-Eo representan el 1 por
ciento de la población.
Elementos culturales
Ignacio Llope subraya que pese
a los estudios galleguistas «el río Navia no es frontera de nada: todos los
elementos citados como marca de galleguidad traspasan y pasan con mucho la línea
del Navia, extendiéndose por toda Asturias, el Noroeste y, algunos, hasta Europa
occidental». Algunos de estos elementos son:
El hórreo. Para Llope,
éste es el caso más «paradigmático», por la abundante bibliografía publicada
sobre el tema. Los estudios galleguistas acostumbran a discernir entre hórreos
gallegos y asturianos «atendiendo básicamente a la condición rectangular o
cuadrangular de la planta». Así, el hórreo rectangular gallego llegaría hasta el
Navia, coincidiendo con la frontera histórica y real de Galicia, donde se
acabaría el gallego y comienza el asturiano. Sin embargo, explica Llope que «la
realidad no se corresponde con esa descripción, porque, aunque una variedad de
hórreo de mucho particularismo comarcal -el cabazo o cabozo- aparece en la
marina luguesa y asturiana, este modelo está ausente en la inmensa mayoría de la
geografía gallega». Además, se da otra circunstancia: el hórreo tipo asturiano
aparece en la franja oriental gallega. Los estudios gallegos que hacen
referencia a esta cuestión explica Llope que secundan «esa zuna irracional de
empequeñecer cualquier elemento que se pueda relacionar con Asturias. Así,
Carlos Varela Aenlle explica en su obra «O hórreo de tipo asturiano na montaña
oriental da Galiza» que «o espallamento do horro asturiano puido estar
condicionada pola pertenenza destas terras á diocese de Uviéu, e que a Igrexa
favorecese este tipo de construccións». Ignacio Llope cocluye que «el río Navia,
exactamente igual que el Eo, no es límite ninguno que quiebre los hórreos ni la
tipología de los mismos».
La cocina. El autor
gallego López Mira afirma que «a fronteira da lareira e da cocina coincide tamén
co río Frexulfe». Sin embargo, Llope afirma que «el modelo de "cocina" al que
corresponde "llareira" es exactamente el mismo que definen las palabras
asturianas llar, llariega, llare, llariega o llareira», es decir, una cocina
tradicional con la lumbre en el suelo y salida libre de humo, «modelo que es
común a todo el norte peninsular y a otras zonas europeas».
Vino versus sidra: La
cultura del vino frente a la de la sidra es otro de los tópicos empleados para
enfrentar la cultura asturiana con la gallega. «La pervivencia de las viñas en
Asturias, además de la elaboración del vino, es verdad que se da en tierras del
Occidente. Pero es falso que esté nada más en los concejos de la zona alta de la
comarca eonaviega. Se labran viñas en Cangas del Narcea, Tineo, Degaña y también
hay referencias del siglo XIX en Quirós, Candamo y Teberga». En la sidra, Llope
apunta que «el lagar Solleiro de Taramundi hace y vende sidra natural».
El caldo: Los autores
gallegos describen que en el Navia-Eo se come caldo, cachelos y empanada
gallega. Para Llope, ésta es una afirmación «cimpre», porque «esos tres platos
tradicionales son normales en toda Asturias». Aquí cita a los autores Méndez
Riestra y Rodríguez Muñoz, quienes afirman que «los potes, con algunas
variaciones en los componentes, han sido el plato central de la dieta de los
asturianos; de hecho, no es disparatado afirmar que la fabada no es sino el
resultado final y depurado de un pote rico en carnes».
El caserío: Los caseríos
del Navia-Eo guardan semejanzas con los de la orilla gallega. Llope cita los
estudios de González-Quevedo, quien señala que sucede lo mismo con los caseríos
de Cangas, Tineo, Salas, Miranda o Valdés, al este del río Navia. «Tampoco son
distintos de los caseríos del resto de Asturias», subraya Llope.
Mitología:«Es un tópico
para algunos folcloristas gallegos afirmar, sin matices, que la presencia de
algunos personajes mitológicos en la tradición oral del Navia-Eo es por causa de
la influencia directa de la mitología gallega», indica Llope. Así, las leyendas
de moros, presentes en toda Asturias, serían un «síntoma de galleguidad»,
explica Ignacio Llope. También las historias de hombres lobo registradas en la
comarca son consecuencia del «lobis home» gallego, según alguna bibliografía.
«Pero leyendas idénticas aparecen en Riosa, Quirós, Tineo, Cangas del Narcea y
en el País Vasco», replica. El estudio de Llope concluye que la identidad de
pertenencia a Asturias de los vecinos del Navia-Eo «es resultado de un proceso
identitario que creció históricamente y en concurrencia con la etnogénesis
asturiana en general».
Fuente de información: lne