Con los nervios a flor de piel
es como están -estamos- todos los medios de comunicación ante el parto de la
Princesa de Asturias. Al igual que ocurriera con su esperado embarazo, mucho se
dijo y muchas historias circularon con leyendas urbanas que hoy se ha visto que
no tenían ninguna solidez. En estos días de dudas e incertidumbres, y más tras
la falsa alarma que la Princesa sintió hace una semana y media, cuando acudió a
la clínica Ruber Internacional al sufrir unas contracciones, algunos medios se
han lanzado a soltar una serie de informaciones en las que la fuente nunca
aparece y cuya consistencia sólo se comprobará con el paso del tiempo.
Las últimas «noticias» han surgido en un diario digital, donde se aseguraba que,
si no ha nacido antes, a Doña Letizia le provocarán el parto el próximo día 31 y
además le realizarán una cesárea. Por otra parte, la revista «Hola» también
recoge otras «informaciones» donde se asegura que a la Princesa le están
poniendo una medicación vía intravenosa para que no se adelante el
alumbramiento.
Por supuesto, en el Palacio de
la Zarzuela lo único que dicen es que no hay nada previsto y que la naturaleza
sigue su curso. Vamos, que el niño nacerá cuando tenga que nacer. Lo que sí he
podido confirmar, tras consultar a expertos en la materia, es que es impensable
que a la Princesa le estén poniendo un tratamiento médico para retrasar el
parto. Eso sólo se hace con embarazadas de menos de 33 semanas y lo que les dan
es «atosiban» y además tienen que quedarse ingresadas hasta que lleguen a esa
semana 33 como límite, puesto que a partir de entonces ningún médico aconseja
retrasar el alumbramiento si el bebé quiere nacer. Teniendo en cuenta que la
Princesa se encuentra ya en su semana 37 (Don Felipe dijo que salía de cuentas
sobre el 15 de noviembre), no se evitaría el parto (y menos con medicación que
podría tener efectos secundarios), puesto que el bebé ya está «a término» aunque
tuviera que pasar por la incubadora (no siempre ocurre). Como ejemplo, está el
del propio Rey Don Juan Carlos, que nació ochomesino. Lo cierto es que a la
Princesa sólo le han recomendado tranquilidad y que disfrute de la dulce espera.
Fuente de información: abc