La Consejería de Medio Rural
aboga por diferenciar en «calidad y precio» las piezas del queso de Cabrales
en función de la proporción de leche de oveja, cabra y vaca que lleven. La
iniciativa implicaría especificar en las etiquetas la cantidad usada de cada
tipo de leche por las queserías y establecer un baremo de precios atendiendo a
la calidad final del queso.
La propuesta fue defendida
ayer, durante la celebración del XXXV Certamen de Queso Cabrales, por la
directora general de Agroalimentación, Tomasa Arce. El presidente del Consejo
Regulador de la Denominación de Origen del queso de Cabrales, José Bada, apoyó
también esta iniciativa que, entiende, podría servir de incentivo para que los
productores que en la actualidad elaboran el queso con una o dos leches regresen
a los tres tipos de producción láctea. «Sería un premio para quienes están
haciendo un buen queso y motivaría al resto de empresarios», manifestó Bada.
Tomasa Arce reconoció, además,
que sería interesante ampliar la información que se ofrece a los consumidores
sobre los ingredientes de este queso, detallando en la etiqueta de cada pieza
los porcentajes de leche que se han utilizado para su elaboración. «El
consumidor desconoce esta información porque, tal y como se informa ahora, no se
sabe si la proporción de leche de oveja es alta o simbólica», señaló.
A juicio de la directora de
Agroalimentación, esta medida serviría para mantener la producción tradicional
de queso Cabrales a partir de la leche de vaca, oveja y cabra. Una mezcla que ha
ido perdiéndose con el paso del tiempo como consecuencia de la disminución del
ganado menor, atacado en los últimos años de forma creciente por los lobos, una
especie que el propio Bada señalaba a este diario como uno de los principales
problemas del sector. Ayer mismo, un grupo de pastores de Cabrales y Llanes
instaló un puesto reivindicativo en las cercanías del recinto ferial y colocó
varias pancartas en señal de protesta por los daños que el depredador causa a
sus animales.
El lobo marcó parte de la
jornada de ayer en Arenas, pero no pudo quitarle protagonismo al queso de
Cabrales. Un total de catorce productores pusieron a la venta cerca de 2.500
kilos.
Juan José Bada Herrero recibió
ayer, por segundo año consecutivo, el premio al mejor queso del certamen. Bada
Herrero llevó unos 260 kilos y, tras recibir su merecido galardón, numerosos
visitantes se acercaron hasta su puesto para adquirir una de sus piezas. El
segundo premio se lo llevó Francisco Bada Herrero y el tercero José Herrero
Villar.
Por otra parte, Pedro Díaz
Herrero se hizo con el distintivo al mejor lote. Díaz tiene su quesería en la
localidad cabraliega de Tielve y elabora queso de tres leches. «De momento
mantengo la elaboración tradicional a base de mucho sacrificio, pero está claro
que para la Administración primero son los lobos y luego los ganaderos. Será
difícil mantener la mezcla», augura Díaz Herrero, que ayer vendió en el certamen
180 kilos.
El precio del queso durante el
certamen fue de quince euros el kilo, ligeramente superior al valor que tiene en
el mercado el resto del año y muy inferior al que se pagó por las piezas
ganadoras. El elaborado por Juan José Bada Herrero fue comprado en subasta por
el restaurante Los Arcos de Cangas de Onís por valor de 3.300 euros. Los
premiados con el segundo y tercer puesto fueron vendidos por la comisión del
certamen a un precio de 1.200 y 600 euros respectivamente.
El Consejo Regulador anunció
que se está elaborando el proyecto para la reforma de una cueva de maduración en
Tielve. El informe se presentará a la Consejería de Infraestructuras, Ordenación
del Territorio y Medio Ambiente.
Fuente de información:
elcomerciodigital