Los multicines Hollywood ya han
pasado a engordar la triste historia de los míticos cines que han tenido que
cerrar sus puertas, vencidos, en algunos casos por la proliferación de salas en
los centros comerciales, y en otros casos por la piratería.
Para el gerente de la cadena
Clarín, Antonio Robles, se trata de "un cambio de costumbres, antes el cine era
de las pocas opciones de ocio y ahora el abanico es muy amplio". Además hay que
sumar la evolución de las pantallas de televisión y la conquista del home cinema
acaban por desplazar a los espectadores de la tradicional sala.
Los Hollywood abrieron sus
puertas el 2 de julio de 1979 con un ciclo de cine ruso en el que destacaba El
acorazado Potemkin y Batman . El gusto de los encargados de los multicines por
pasar todo tipo de películas causó algún incidente. En la proyección de El
crimen de Cuenca , en la transición, hubo que recurrir a la policía para evitar
problemas con la extrema derecha. Y en el pase de La Dolores , un film dedicado
a La Pasionaria, hubo que interrumpir el pase porque unos exaltados entraron a
la sala con petardos.
Fueron tiempos revueltos, y los
multicines Hollywood ofrecían películas que no se podían ver en otras salas.
Este fue el sello de la sala hasta su último día en que se proyectaron películas
como la argentina Viento , Por qué las mujeres siempre queremos más , El amor es
lo que tiene y Punto y raya .
La más veterana de la reducida
plantilla, Julia Alonso, ha sido la taquillera desde hace nueve años.
Últimamente ya se había hecho cargo de la taquilla de los cines Centro, pero "no
es lo mismo". En los Hollywood, "el trato con los espectadores es más directo y
no es extraño que me pidan recomendaciones".
Por su parte, Roberto Álvarez
trabajó en los cines Hollywood durante los tres últimos años. Está pendiente de
las palomitas mientras hace las veces de acomodador y coloca las cintas para su
proyección. Ambos recuerdan la última época dorada de los Hollywood que vino de
la mano de la multioscarizada Titanic , y otros éxitos de taquilla como
Torrente y Airbag .
Añoran el fenómeno que supuso
ser el único cine en donde se proyectaba Titanic . De hecho, sus butacas
guardan en secreto el récord de uno de los espectadores que llegó a verla 82
veces en cuatro meses. El escaso público que acudía ayer a la sesión de las 17
horas tampoco digiere el cierre. Inmaculada y María José González protestan
porque "la única opción de ir al cine sea en un centro comercial, en donde
llegar a la butaca se convierte en un salto de obstáculos". El bajo de los
Hollywood será reciclado por una cadena de supermercados.
Fuente de información:
LaVozdeAsturias