Dice el viejo aforismo: "Al
César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios". Elvis Presley ha paso a
la historia de la música popular como el Rey del rock & roll pero quien debería
ostentar este rango es Little Richard, aunque bien pensado Elvis sería el Rey y
Richard la Reina.
La presencia el sábado en el
Crossroad Festival, que ayer cerró sus puertas, del Melocotón de Georgia , un
freak que llegó a Asturias mostrando su genio airado y altas dosis de
excentricidad, hizo que el Principado entrara de lleno en la historia del rock &
roll. Su primera actuación en España fue todo un acontecimiento, que a falta del
balance oficial, presenciaron miles de almas que quisieron participar en este
hito musical.
Little Richard había prometido
en una reciente entrevista publicada en la revista Ruta 66 que sería un
concierto excelente lleno de electricidad. Y así fue, acompañado de una banda
potentísima de ocho músicos que sólo están al alcance de estrellas como él.
No hubo grandes sorpresas.
Richard al piano fue un auténtico salvaje a pesar de haber cumplido setenta y
dos primaveras y sus acompañantes estaban bien aleccionados para estar a su
altura. Y el repertorio que escogió sí que fue memorable.
Ante la mirada atónica de los
presentes, Little Richard fue pasando varias páginas principales de la historia
del rock. No eran las habituales versiones tantas veces repetidas, era la fuente
original la que teníamos delante. Un privilegio escucharlas de la voz y el piano
de quien las hizo cobrar vida.
No dio tregua el de Georgia.
Con Good golly Miss Molly destapó su caja de Pandora y puso inicio a un recital
que ya es historia en el que no faltaron ninguna de sus grandes canciones: Jenny
Jenny, Lucille, Keep a knockin y Long tall sally , un tema que The Beatles ya
tocaban en su primera época. Ni versiones de otros artistas como I´m so lonesome
I could cry , de Hank Williams e In the name , de R. Penniman.
Escrito por Víctor Rodríguez
Fuente de información:
LaVozdeAsturias