Ya pasaron los tiempos en los
que montañas y valles eran un valor estratégico para evitar invasiones y
agresiones de los infieles. Ahora, la abrupta orografía de la región sólo
aporta, además de bonitos paisajes, una barrera para el ágil tránsito de los
negocios, y por tanto del dinero, y por tanto del progreso. Aunque con evidente
retraso, el Principado afronta un periodo fundamental para echar abajo todas
esas barreras por medio de un puñado de infraestructuras tan largamente deseadas
como reiteradamente utilizadas por las formaciones políticas como arma
electoral.
Pese a estos usos antinaturales
de los más vitales intereses estratégicos de la región, tres infraestructuras
han logrado colocarse en una disposición aparentemente prometedora para que en
un lustro Asturias deje de ser casi inaccesible y se abran los puentes al mundo:
la autovía del Cantábrico (A-8), el puerto de El Musel y la variante ferroviaria
de Pajares. Y otros dos proyectos también optan a colaborar en ese elevado fin,
aunque con un porvenir más incierto: el rescate del peaje en el Huerna y una
segunda salida por autovía a la meseta. Este último proyecto supondría la
prolongación de la autovía Oviedo-La Espina (A-63), cuyo fin está previsto
también antes de que pasen cinco años.
De todo lo anterior, puede que
la autovía del Cantábrico sea la infraestructura más deseada por su doble
vocación de facilitar el tránsito dentro de la región y a la vez ser una puerta
de entrada desde el exterior. En su trazado oriental está pendiente el tramo
Unquera-Llanes, justo aquel que supone la triste entrada a Asturias a los
tráficos procedentes del Este y, por tanto, de toda Europa.
Tras años de pleitos judiciales
cuya única consecuencia fue retrasar la obra, el tramo está pendiente de la
declaración de impacto ambiental. Luego se aprobará el estudio informativo y a
continuación se licitará el proyecto de construcción, para lo que se han
reservado en los presupuestos de este año 1,2 millones de euros. Por último, se
licitarán las obras. Fomento no dice cuándo estarán en servicio los 22,9
kilómetros de autovía, pero tanto el Principado como la Delegación del Gobierno
mantienen que será posible tenerlos listos en 2009 ó 2010.
Por su parte, el trazado
occidental de la A-8, entre Avilés y Ribadeo, está en un estado mucho menos
avanzado que el oriental. Aunque todos sus tramos se encuentran en un momento
más adelantado que el Unquera-Llanes. Así, de los 16 tramos, sólo uno está en
servicio, 10 están en obras, 3 ya tienen el proyecto redactado, en un caso el
proyecto está en redacción y en otro ya se ha autorizado la contratación de las
obras. Sostiene Fomento que el año que viene todos estarán en obras, lo que
anima al PSOE y al Principado a asegurar que toda la autovía estará terminada,
también, en menos de cinco años.
Desde el Sur
En cuanto a la entrada también
por autovía a la región, pero para el tráfico que llega desde el Sur, dos son
los frentes a los que estar atentos. En primer lugar, la supresión del peaje en
el Huerna, promesa electoral del PSOE que ahora parece encontrarse con problemas
para cumplir. Frente a esto, el plan (PEIT) diseñado por Fomento y que alumbrará
sus actuaciones para 2020 plantea la creación de una nueva autopista paralela a
la actual. Frente a esto, los gobiernos regionales asturiano y castellanoleonés
y la mayoría de los grupos políticos piden el rescate.
En este asunto, todo está en el
aire hasta que el ministerio apruebe la versión definitiva del PEIT.
Y para este mismo documento, el
Gobierno regional ha solicitado una nueva salida desde el occidente de la región
hacia Ponferrada. Esto sí es un proyecto a largo plazo, pero no la
infraestructura que lleva desde Oviedo hasta La Espina, lugar desde el que
partiría. De los once tramos de la autovía Oviedo-La Espina dos están en
servicio, cinco en obras, en tres se están redactando los proyectos y en uno el
proyecto ya está listo. Fomento sigue sin dar plazos de conclusión, y el PSOE y
Principado siguen siendo más optimistas que el ministerio y hablan, otra vez, de
un periodo máximo de cinco años.
Hasta aquí, el transporte por
carretera. Pero hay más maneras de entrar en Asturias. El 11 de febrero
comenzaron las obras de ampliación de El Musel, una puerta que espera atraer
riqueza a la región y fomentar una industria cuyos productos ya podrán tener una
espectacular salida por mar. Son 46 meses el tiempo que se prevé que durará la
obra, es decir, podrá estar funcionando a finales de 2008. Eso sí, tras una
espectacular inversión de 579 millones de euros, sufragados en buena parte
(247,5 millones) por la Unión Europea.
Pero si se habla de inversiones
multimillonarias, la palma se la lleva la variante ferroviaria de Pajares,
proyecto esperado durante décadas por Asturias y que costará más de 1.900
millones de euros. Las obras para traer la alta velocidad a la región comenzaron
el pasado año en los túneles de Pajares, dos galerías gemelas de 25 kilómetros
que se llevarán la mayor parte de la inversión y del tiempo: cinco años. De
manera paralela, se espera tramitar y construir los tramos en superficie hasta
Pola de Lena, y de allí hasta Gijón. Así, Fomento mantiene el año 2009 para
acabar el trabajo.
Así, 2009 se mantiene como la
fecha mágica. Todo el mundo mira en esa dirección, aunque uno con más confianza
que otros. De sus 11 tramos, dos están en servicio y cinco en obras. El
Principado pretende que desde La Espina salga una nueva autovía hacia el Sur
(hasta Ponferrada) para descongestionar el Huerna. Las obras comenzaron el 11 de
febrero de 2005 tras intensos debates sobre el proyecto. La mitad de la
financiación corre a cargo de los fondos de cohesión de la Unión Europea. En
2004 se comenzó la obra en los túneles, que durará cinco años. En ese tiempo se
abordarán los trabajos en los tramos de superficie para terminarlos al mismo
tiempo. El tramo más retrasado es el único pendiente del Oriente, el Unquera-Llanes.
En el trazado occidental Fomento prevé que el año que viene todos los tramos
estén en obras. Fue una promesa electoral del PSOE que se ve con problemas para
cumplir. Fomento ha propuesto una autovía paralela a la actual, pero los
gobiernos asturiano y catellanoleonés mantienen su preferencia por el rescate.
En el PEIT se deberá elegir la opción definitiva.
Fuente de información:
ElComercioDigital