Los planteamientos de la
Iglesia asturiana respecto al plan especial de Covadonga y en concreto su
rechazo a la construcción de un aparcamiento subterráneo bajo la explanada de la
Basílica del Real Sitio han tenido una rápida respuesta por parte del Gobierno
regional. El presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, lejos de
defender la que ha sido una de las principales propuestas de su gobierno para
Covadonga, mostró una actitud receptiva hacia las peticiones del arzobispado. En
ese sentido, aseguró entender como «razonable» la oposición de la Iglesia hacia
ese estacionamiento subterráneo.
Es más, añadió, durante una
visita a Muros de Nalón, que el Ejecutivo «nunca trató de imponer un modelo de
aparcamiento» para solucionar los problemas de tráfico en el Santuario.
Simplemente, justificó, «lo habíamos sugerido».
En esa misma línea, el jefe del
Gobierno autonómico trató de abogar por el diálogo y señaló que además del
subterráneo, también se había valorado un estacionamiento en superficie en
Covadonga. Una decisión, matizó, que iba en función de «conseguir un consenso»
en torno a las obras a acometer.
A pesar de que el aparcamiento
subterráneo forma parte del proyecto diseñado para reordenar el Santuario y
facilitar su peatonalización y está incluso incluido en el estudio de impacto
ambiental de la variante de acceso al Santuario, la actuación no se llevará a
cabo. Álvarez Areces señaló ayer su propósito de «atender esa petición» de la
Iglesia asturiana, formulada un día antes tras una reunión del Consejo del
Presbiterio en la que se analizó el plan especial de Covadonga.
Dentro de esas peticiones, que
según Areces «coinciden con nuestros planes», el Arzobispado planteó la urgencia
de acometer la peatonalización de Covadonga. Asimismo, dado que dentro del
perímetro del Real Sitio la Iglesia asturiana no está dispuesta a permitir
nuevas construcciones, instaba al Gobierno regional a buscar zonas para
aparcamientos en las cercanías del Santuario.
Posible alternativa
Eso sí, queda una opción para
habilitar un gran estacionamiento en Covadonga: la ladera que hay detrás de la
Escolanía. En ese lugar, y siempre «en función de lo que decidan los técnicos»,
el arzobispado podría aceptar un aparcamiento. En este caso, la obra supondría
una inversión de 5.100.000 euros. El parking subterráneo al que ahora renuncia
el Gobierno regional tenía un presupuesto sensiblemente inferior, de 2.900.000
euros.
El PP asturiano también se
pronunció sobre la ordenación de Covadonga. Su presidente regional, Ovidio
Sánchez, defendía la necesidad «consensuar» con la Iglesia cualquier actuación
que se quiera acometer. «Hay que tener en cuenta a la Iglesia, puesto que el
Santuario es un espacio propio» de esta institución.
Además, cargaba contra los
socialistas. A su juicio, lo único que hace el Gobierno de Vicente Álvarez
Areces es «lanzar ideas, para después no hacer nada». «Quieren pasar la
responsabilidad de que no se haga nada a la gente que rechaza sus ideas»,
lamentó Ovidio Sánchez ayer en Avilés. En su opinión, la línea de actuación del
Ejecutivo regional se basa en plantear proyectos sin haber buscado el consenso
con los implicados para que estos últimos «se los rechacen».
Asimismo, a pesar de que
reconoció que es preciso dar una solución a la escasez de aparcamientos, matizó
que el «problema grave» se produce básicamente en agosto.
Fuente de información:
ElComercioDigital