El estudio de impacto ambiental
de la llamada variante de Muñigu -el nuevo acceso al santuario de Covadonga- ya
se encuentra a información pública desde ayer. El Gobierno regional propone
cuatro trazados, la llamada alternativa 1 se considera como la «óptima». Es,
precisamente, la opción que se conoce desde hace años y la que recoge el plan
especial de Covadonga, que sólo llegó a aprobarse inicialmente por el
Ayuntamiento de Cangas de Onís. Las otras tres alternativas de trazado comparten
con el diseño «óptimo» el tramo final, a la altura de Llerices, en la ladera
opuesta, y hasta Covadonga.
Cualquiera de los trazados que
han salido a información pública discurre 676 metros dentro del parque nacional
de los Picos, un escollo que durante la anterior legislatura sirvió para que el
Gobierno del PP bloquease la carretera que defendía el Principado como
alternativa al único acceso rodado que existe al santuario.
Las opciones que se exponen
ahora varían en longitud desde los 1,6 kilómetros a los 2,2 kilómetros. Las
estimaciones del coste de la obra oscilan, según las alternativas, entre los 2 y
los 4 millones. Todas cumplen los requisitos medioambientales según el estudio
realizado en diciembre de 2004 por la empresa Tecnia Ingenieros, S. A.
La diferencia entre los cuatro
trazados propuestos radica fundamentalmente en el punto de partida y en su
discurrir a ambos lados del río Covadonga. Una glorieta es la solución que se
presenta en todos los casos para conectar la variante con la AS-262.
La alternativa 1 -la
preferida- parte de Muñigu, pasado el edificio del Museo Basilio Sobrecueva.
Tiene 1,8 kilómetros de longitud y el presupuesto de inversión ronda los 2
millones. Esta alternativa arranca en una glorieta y discurre inicialmente por
la ladera oeste del río Muñigu (afluente del Covadonga) y lo cruza mediante un
puente de 10 metros de longitud. Después discurre por la ladera sur del río
Covadonga, a la derecha del acceso actual, en una cota más alta. La ronda
avanzará aprovechando una caja existente a partir del primer kilómetro. Casi 200
metros antes de llegar a Covadonga se prevé una rotonda para facilitar el
retorno de los vehículos que no puedan acceder al real sitio. Después, el
trazado continúa «en una cota que permite la conexión con las futuras
actuaciones del plan especial».
La alternativa 2 es la más
larga, con 2,8 kilómetros de longitud. Es, también, la más cara. Tiene un
presupuesto de licitación de 3,7 millones. Arranca de la recta de la localidad
de La Riera, una vez pasado el pueblo. Cruza el río Covadonga dos veces: la
primera, con un puente de 40 metros y para cruzarlo de nuevo necesitará un
viaducto de 265 metros de longitud y 30 de alto. Después, retoma la ladera sur y
continúa por el trazado de la alternativa 1.
La alternativa 3 parte
después de Muñigu, unos 270 metros antes del cruce de acceso a Llerices. Tras la
glorieta, cruza el río con un puente de 25 metros y vuelve a cambiar de ladera
mediante un puente de 50 metros pasando por encima del río y el actual acceso.
Después comenzaría un sinuoso tramo para ir ganando cota y conectar con la
alternativa 1.
La alternativa 4 es una
variante de la 3. La conexión se realiza con una glorieta en las inmediaciones
del cruce actual de Llerices, que pasaría a ser el punto de acceso a la
localidad. Para realizar la glorieta se necesitará construir dos estructuras
sobre el río. A partir de este punto el trazado es idéntico al de la alternativa
3.
El estudio sólo valora la ronda
de Muñigu sin analizar las actuaciones posteriores que deberá recoger el plan de
Covadonga, como aparcamientos o la conexión de la ronda bajo la explanada con el
acceso actual al santuario, como reclama el Ayuntamiento cangués.
Si la ronda se ejecuta antes
que el plan especial, como parece, los vehículos podrían acceder al santuario
por la parte trasera de la escolanía, aparcar en la explanada -como hasta ahora-
y conectar con la AS-262, aunque la gestión del tramo no está en el estudio.
Para el alcalde de Cangas de
Onís, Alfredo García, la ronda no soluciona en sí misma el problema de
Covadonga. Serán necesarios aparcamientos. En principio, el Alcalde entiende que
la ronda debería ser de un solo sentido e, incluso, dar un uso para el acceso de
transporte público, aunque matizó que la gestión será posterior. En el objeto
del estudio se reconoce el problema de aparcamiento del santuario, que convierte
el lugar en un «fondo de saco». También explica que la ronda permitirá un acceso
a un futuro aparcamiento subterráneo «a construir bajo la explanada».
Fuente de información: lne