Asturias registra cada año
cerca de 770 nuevos casos de asma infantil, una enfermedad caprichosa de la que
se desconocen muchos datos. Se sabe, sin embargo, que detectar y tratar esta
afección a tiempo es la mejor garantía para prevenir o corregir sus brotes. Así
lo indica Begoña Domínguez Aurrecoechea, pediatra del centro de salud de Otero y
presidenta de la Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria.
La asociación, en colaboración
con otras instituciones, desarrolla una campaña de educación al niño con asma
que coincide en el tiempo con la celebración el día 3 de la jornada mundial
contra la enfermedad. La iniciativa pretende ayudar a los niños a conocer la
enfermedad, prevenir las crisis y tratarlas, en todo caso, cuando aparecen.
La doctora Domínguez afirma que
del asma se sabe mucho, pero reconoce que quedan incógnitas. Sabemos, gracias a
distintas investigaciones de prevalencia, que al menos un 11% de la población de
entre cero y 14 años padece la enfermedad. En números absolutos, en el mejor de
los casos, más de 10.300 niños asturianos tienen que convivir con el asma.
Conocemos también que, pese a que la enfermedad se mantiene más o menos estable,
cada año 770 niños debutan como enfermos.
La presidenta de la asociación
subraya que los tratamientos actuales, bien administrados, consiguen mantener a
raya la enfermedad. La combinación de antiinflamatorios para evitar la
inflamación de los bronquios con broncodilatadores para corregir los brotes
agudos ha logrado mantener con buena calidad de vida a los pacientes.
De la enfermedad, se conocen
también sus desencadenantes. Se sabe ya que los irritantes ambientales, sobre
todo el tabaco, actúan como detonante de la enfermedad. Existen, además,
factores desencadenantes como los ácaros del polvo presentes en todos los
hogares españoles.
ORIGEN Las investigaciones no
han logrado dar con el origen del trastorno. Se ha planteado la hipótesis de que
pueda estar causada por un virus, bacteria o parásito, pero hasta ahora no ha
podido ser demostrada. Lo que se conoce es que hay una base genética. Los hijos
de padres asmáticos tienen más posibilidades de padecer la enfermedad.
El estudio ISAAC, el más
completo realizado hasta ahora, sitúa a Asturias como una de las zonas de España
con más pacientes. De hecho, según esta investigación, realizada en el 2002,
padecen asma el 11,6% de los niños de entre 6 y 7 años y el 15,5% de los menores
de entre 13 y 14 años. Por qué en Asturias? De nuevo aquí surgen las dudas. La
pediatra del centro de salud de Otero reconoce que no se sabe. Parece claro, con
todo, que tiene que ver con las condiciones climáticas.
De hecho, los pequeños que
residen en las zonas costeras tienen mayor riesgo de sufrir la enfermedad que
quienes viven en el interior. Tampoco se sabe a ciencia cierta por qué la
enfermedad desaparece o persiste al llegar a la edad adulta. La doctora
Domínguez señala que, si existen antecedentes familiares, es más probable que el
niño padezca asma también de mayor.
Fuente de información:
LaVozdeAsturias