Puede ser que algún día se
llegue en sólo una hora desde el centro de Asturias hasta Ribadeo, sin miedo a
los camiones lentos ni a las travesías urbanas ni a las rotondas. Este escenario
casi utópico será posible cuando la autovía del Cantábrico esté construida, una
infraestructura cuya única utilidad, por el momento, es servir de argumento para
monótonos enfrentamientos políticos. Sin embargo, mientras las mismas refriegas
se repiten a lo largo de los meses, algunas máquinas siguen trabajando, más o
menos rápido, y los primeros resultados ven la luz.
En estos momentos, de los 16
tramos de la autovía del Cantábrico en su trazado occidental, siete están en
obras, tres ya han sido adjudicados y están pendientes de que, de manera
inminente, comiencen los trabajos; y otros cinco están pendientes de
adjudicación. Hasta ahora, sólo uno se ha concluido y ha entrado en servicio
-esta misma semana-, el Vegarrozadas-Soto del Barco.
La importancia de este primer
paso ha sido refrendada con la presencia de la ministra de Fomento, Magdalena
Álvarez, el pasado lunes, en su inauguración. Un momento que aprovechó también
para anunciar que este mismo año, en diciembre, se abrirán al tráfico el Tamón-Villalegre
y el Villalegre-Vegarrozadas. Cuando esto ocurra, el viaje por autovía tendrá
continuidad desde la 'Y' hasta el aeropuerto, burlando de ese modo la peligrosa
variante de Avilés.
¿Qué hay después del
aeropuerto? Habrá que regresar a la carretera nacional 632, a la altura del alto
del Praviano, descender por el asfalto sinuoso y sufrir la rotonda de Soto del
Barco, donde se concentran con demasiada frecuencia retenciones kilométricas.
Eso, hasta que esté terminado el tramo Soto del Barco-Muros de Nalón, en abril
del año que viene.
La celebridad de este fragmento
de la autovía del Cantábrico viene dada, de manera especial, por las agrias
polémicas desatadas el año pasado, cuando se conocieron retrasos de varios meses
para su finalización. Luego, fue seguido de otros tramos que también acumulaban
retrasos. El PP condenó con dureza la situación, y achacó lo que denominó
«paralización» al escaso compromiso del Gobierno de Zapatero con Asturias.
Luego, Fomento presentó los documentos fechados cuando el PP aún ocupaba el
Gobierno y firmados por responsables del equipo de Álvarez-Cascos en los que se
autorizaban los retrasos, de manera que la situación se invirtió y desde el PSOE
arremetieron contra los populares como responsables de esos aplazamientos.
Sea como fuere, desde aquel
momento los plazos se miden con lupa en una atmósfera de constante tirantez,
donde la sombra de los retrasos, palabra maldita, planea sobre todos los tramos
de la autovía del Cantábrico en su trazado occidental.
¿Cuál es la situación a partir
de Muros de Nalón? El tramo siguiente es Muros-Las Dueñas. Es otro de los que
también acumulan retrasos y sólo hay que tirar de hemeroteca para recordar que
ya en 2002 se anunciaba que el proyecto estaría redactado en doce meses. Pues
bien, este proyecto aún no existe. Sí es cierto que se redactó un estudio, pero
fue rechazado en otoño del año pasado por el Ministerio de Medio Ambiente por no
ajustarse a la declaración de impacto ambiental. Por eso, en estos momentos, el
proyecto aún está en fase de redacción.
La situación está mejor en los
dos tramos siguientes. Las obras en Dueñas-Novellana y Novellana-Ballota fueron
adjudicadas en setiembre de 2004 y tienen prevista su conclusión en primavera y
verano de 2007, respectivamente. Aunque también es cierto que aún no han
comenzado los trabajos, una situación considerada normal por Fomento debido al
tiempo que deben tomarse las empresas constructoras para planificar las obras.
También se argumenta para explicar esta falta de actividad lo inconveniente de
comenzar a trabajar en invierno debido a las malas condiciones meteorológicas.
En cualquier caso, y según pudo saber este periódico, en cuestión de días
«comenzarán a entrar las máquinas».
Zona más verde
Donde sí han comenzado las
obras es en los tres tramos siguientes. El Ballota-Cadavedo tiene prevista su
finalización en abril de 2006, el Cadavedo-Querúas en febrero de ese mismo año,
y el Querúas-Otur el 31 de diciembre de 2007.
A partir de este punto, en la
zona más occidental, las cosas están mucho más verdes. El proyecto para el Otur-Villapedre
sigue en redacción, tras sufrir una prórroga de varios meses. Y la situación de
este tramo, según Fomento, condiciona el Villapedre-Variante de Navia, que
también está pendiente del proyecto.
Una vez aquí nos encontramos
con el único punto de obras en la comarca Navia-Eo: la variante de Navia. Tras
un retraso de quince meses, Fomento señaló agosto de 2006 como fecha para su
finalización. Sin embargo, el pasado mes decidió adelantar su puesta en servicio
para junio de ese mismo año con el fin de disponer de la infraestructura para el
verano de 2006 y de ese modo evitar los habituales atascos en la travesía
urbana.
El siguiente tramo, de Navia a
Tapia de Casariego, sigue esperando la redacción del proyecto constructivo. Por
su parte, el Tapia-Barres ha sido mencionado expresamente por la ministra de
Fomento para anunciar, el pasado lunes, que la obra se adjudicará este mismo mes
para comenzar durante este año. El evidente retraso en la tramitación del
trayecto entre Navia y Barres viene dado por lo polémico de su trazado, que
secciona varias explotaciones ganaderas de la zona. Según Fomento, la falta de
sintonía entre el anterior equipo ministerial y el Principado impidió consensuar
un trazado menos lesivo, por lo que se realizaron ciertos retoques, con el fin
de salvar alguna explotación, que aplazaron todo el proceso.
El último tramo de la autovía
del Cantábrico en Asturias es el Barres-Ribadeo. Las obras se adjudicaron en
setiembre y se prevé que comiencen, igual que las otras dos adjudicadas en esas
fechas, de manera inminente. Aquí se incluye la duplicación del Puente de los
Santos, y la fecha de conclusión se sitúa a principios del año 2008.
Con este panorama, la pregunta
es cuándo se podrá disfrutar de la autovía del Cantábrico hasta Galicia: el
Partido Popular pide que sea en 2007, en estos momentos pretensión imposible,
aunque augura que, a este ritmo, no estará lista hasta 2011. Por su parte, tanto
el Principado como Fomento mantienen que en 2009 todo estará acabado. Y para que
eso sea posible, Magdalena Álvarez aseguró esta semana que en el transcurso del
próximo año, en 2006, todos los proyectos pendientes (Muros-Las Dueñas, Otur-Villapedre,
Villapedre-Navia y Navia-Tapia) estarán redactados y el ministerio estará en
condiciones de licitar las obras.
Algunas esperanzas
Así, las cosas deberán
desarrollarse con celeridad para alcanzar el horizonte de 2009 con una
infraestructura digna de ese año. Porque, si se adjudicasen las obras pendientes
a finales de 2006 y se comenzase a trabajar en 2007, alcanzar el 2009 es
relativamente fácil en unos trabajos que pueden dilatarse durante meses. Si
tomamos como referencia los tramos ya en obras, algunos tienen un plazo de
ejecución que se acerca a los cuatro años, mientras que para otros sólo son
necesarios 24 meses. Aparentemente, los tramos que van más retrasados en su
tramitación y aún no tienen proyecto no parecen presentar la complejidad técnica
de otros, como el Soto-Muros (con el mayor viaducto del norte de España) o el
Vegarrozadas-Soto (con cuatro viaductos en sólo cinco kilómetros), por lo que se
podrían albergar esperanzas de cumplir con el compromiso del 2009.
Aunque para eso es
imprescindible una tramitación ágil y sin nuevos retrasos. En caso de que se
produzcan, ya no habrá duda de quién es el responsable.
Fuente de información:
ElComercioDigital