En algún momento del próximo viernes, 2 de abril, el centro emisor del Gamoniteiro, el más importante de Asturias, se apagará digitalmente. Comenzará en ese mismo instante la era de la Televisión Digital Terrestre (TDT) en Asturias. El Sábado Santo, 3 de abril, toda la televisión que se vea en el Principado será digital.
Ese día algunos asturianos encenderán su televisor y verán nieve. Seguramente es que no tienen adaptada su infraestructura a la TDT. Una adaptación que pasa por pequeños cambios en la antena general del edificio donde viven (en la inmensa mayoría de los casos esa «recolocación» de antena ya ha sido realizada, cuando era necesario, por las comunidades vecinales), y por la adquisición del aparato sintonizador cuando el televisor sea de los de antes. En el pasado mes de enero se vendieron en España 1,6 millones de sintonizadores (27 millones de unidades desde 2005, cuando se conocieron los planes del Gobierno).
Alguno, por tanto, acabará ese Sábado Santo de procesión hacia alguna gran superficie asturiana en busca del sintonizador que no compró antes. Pero los problemas de recepción no deberían tener que ver con la cobertura de la TDT, que en Asturias engloba a más del 99% del territorio y sus habitantes.
No se descartan deficiencias puntuales, excepciones que deben confirmar la regla de una transición tranquila hacia lo digital. La infraestructura asturiana resultó costosa, en torno a los 30 millones de euros porque la orografía -geográfica y social- así lo exigía: más de 400 repetidores de todo tamaño y condición, comenzando por el buque insignia del Gamoniteiro, llevarán en lo sucesivo la señal digital a los hogares asturianos. Un repetidor pequeño cuesta en torno a los sesenta mil euros.
Nada que ver con otras regiones. Unos 150 repetidores han sido suficientes para dar cobertura casi total a Extremadura. En Madrid, desde el «pirulí» se cubre un 90% de los hogares de la capital.
El porcentaje mínimo de «sombra» en Asturias se solventará vía satélite o, al menos, eso es lo que explicaron hace unos días la consejera Ana Rosa Migoya y el delegado del Gobierno, Antonio Trevín. Los antecedentes permiten sospechar pocas incidencias al respecto porque la transición ya tuvo lugar en algunos concejos. Los siete primeros fueron Oviedo, Las Regueras, Llanera, Siero, Ribera de Arriba, Morcín y Santo Adriano. Y sin mayores novedades, que se sepa. Afectó a casi 300.000 asturianos, pero quedan otros 800.000 a la espera de novedades.
La Televisión del Principado de Asturias (TPA) inició ya la emisión en pruebas de alta definición. Fue en el partido de liga de anoche entre el Zaragoza y el Valencia, a las diez. El miércoles se repetirá la experiencia con el partido de Liga de Campeones entre el Arsenal y el Barcelona.
La puesta en marcha de la Televisión Digital Terrestre en la totalidad del país cerrará un proceso de cuatro años que culminará con el llamado apagón analógico y nos va a situar en un nuevo escenario.
La TDT es mucho más que una televisión con mayor calidad de imagen y sonido, sino una televisión interactiva capaz de proporcionar servicios avanzados y de recepción móvil y portátil. La TDT va a traer mejoras de recepción y contenidos en el teletexto, guía electrónica de programas, que acabará popularizándose bajo las siglas de EPG, mejora en los sistemas del pago por visión, acceso a internet desde nuestros televisores, visión multicámara o acceso a los canales de radio desde la propia televisión.
Por cierto que la Radio del Principado de Asturias (RPA) podrá ser escuchada a través del aparato de televisión, en el canal 60 de la Televisión Digital Terrestre (TDT).
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