La política regional amenaza a nuestros mayores tesoros ambientales, con agresivas actuaciones que tienen impactos severos.

- Una especie tan emblemática como el oso pardo sufre cada vez más una fuerte presión, a pesar de los publicitados signos de recuperación, por la enorme carga que suponen las infraestructuras previstas en su área de influencia: la autovía o carretera verde de Cangas-Ponferrada, el embalse de Caleao, estación esquí de Leitariegos, cada vez más pistas de montaña a lo largo de toda la Cordillera, el túnel de Rañadoiro, minería a cielo abierto en el Sur Occidente Asturiano, decenas de canteras que se abren o reabren, después de años de paralización. Los incendios que cada año sufre Asturias (la segunda región de España por el número de incendios, y con muchas decenas de ellos provocados y afectando a zonas oseras). También sufre ésta y otras especies el riesgo del furtivismo con los miles de lazos que se ponen por los montes y que no discrimen los animales que capturan.

- Una especie en fuerte peligro de extinción, como el urogallo, con una tremenda disminución en su número asociado a la pérdida de los hayedos donde viven, un buen ejemplo la línea Lada -Velilla a su paso por Aller afectaría a 13 cantaderos de Urogallo, la estación recién abierta de Fuentes de Invierno también afecta a varios contaderos. Y varias de las infraestructuras anteriormente mencionadas tampoco van a favorecer sus zonas de influencia. Además, la presión de los grandes herbívoros y de los jabalíes supone unas dificultades añadidas para sus posibilidades de sacar adelante las polladas.

- Existe un riesgo manifiesto que afecta a varias especies de flora acuática y de litoral, debido a las diferentes iniciativas de urbanización costera. : lugares como el Monumento del Espartal, Monumento Turbera de Dueñas, Paisaje Protegido de la Costa del Occidente y del Oriente, lugares donde se tiene previsto la construcción de miles de segundas residencias llevándose por delante estos espacios.

- Nuestro delicados sistemas acuáticos como las rías, con una riqueza biológica tiene otra fuerte amenaza en el urbanismo, así la presión sobre la Reserva Natural de la ría de Villaviciosa. Y el hachazo definitivo a la ría de Avilés con la ampliación portuaria de la margen derecha, un entorno que, después de decenas de años de muerte total, parecía que se estaba recuperando y por cuyos arenales moluscos y especies de flora también en peligro empezaban a colonizar.

- Nuestra riqueza forestal, esta amenazada por los miles de incendios que padecemos, pero también por una nefasta política forestal que está colonizando nuestros bosques con especies como el ocalito y los pinos, altamente incenciables y que generan una menor diversidad que las tradicionales, y que además suponen un tercio de la masa forestal asturiana.

- Las canalizaciones de nuestros ríos, con 35 proyecto avanzado para los próximos años por parte de la Confederación Hidrográfica, y que como podemos ver a lo largo de Asturies supone eliminar una gran parte del importante bosque de ribera. Un bosque que poco a poco desaparece por estas innecesarias obras hidráulicas.

- Nuestros valles de montaña, están amenazadas con grandes obras, como el valle de Caleao por un embalse innecesario, las minas a cielo abierto, los rellenos de las grandes obras como las del llamado Ave del Huerna,etc.

Un panorama tremendo que en días como éste y el resto del año conviene tener muy presente, y hacérselo ver al gobierno regional, tan lleno de promesas estos días, tanto como el resto de los que aspiran a estar en él: la diversidad biológica debe de conservarse y llevar a cabo políticas respetuosas que midan en su conjunto el impacto que se provoca sobre los ecosistemas donde se asientan. Eso sí que significa "el futuro de Asturias". Mucho más que varias decenas de mensajes de campaña electoral como los que estamos escuchando en estos dias.

Coordinadora Ecoloxista d'Asturies

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