- Avilés, que es con diferencia la que peor aire tiene, superándose 257 días al año los límites de los niveles de protección a la salud (este nivel está en 50 ug/m3, no pudiendo superarse mas de 35 veces por año)
- Le sigue Langreo, donde se superan los límites 236 días al año
- El tercer puesto lo ocupa Lugones, donde se superan 232 días al año
- El cuarto puesto lo ocupa Gijón, donde se superan 156 días al año
- El quinto puesto lo ocupa San Martín, donde se superan 154 días al año
- El sexto puesto lo ocupa Oviedo, donde se superan 103 días al año
- El séptimo puesto lo ocupa Mieres, donde se superan 75 días al año
- El último lugar, de las poblaciones controladas, lo supera Cangas del Narcea, con 55 días al año.

Estas partículas se asocian a la aparición y agravamiento de múltiples patologías, especialmente respiratorias. Aparte del grave problema de las partículas, también se superan en menor medida otros graves contaminantes:

- Óxidos de Nitrógeno: se viene superando, todo el año, el límite anual de protección a la vegetación que está en 30 ug/m3 en el NOx, en todas las poblaciones, llegándose al caso, en alguna de ellas, de superarse algunos días los limites de protección a la salud (Aviles y Oviedo).
Los Óxidos de nitrógeno provocan irritaciones del sistema respiratorio, reducción de la función pulmonar, agravamiento de alergias respiratorias y asma, favorece las bronquitis y bronconeumonías y empeora el EPOC.

- Dióxido de Azufre (SO2): en algunas ciudades se supera algunos días el valor límite diario para la protección de la salud humana que está fijado en 125 ug/m3 en 24 horas (fue el caso de Oviedo, Avilés y Lugones).
El dióxido de azufre provoca enfermedades respiratorias crónicas y agrava las alergias respiratorias y el asma.
- Ozono tropos feérico (AOT): sin bien aquí el problema no es tan grave como en otros lugares, al tener Asturias un índice pequeño de insolación directa, que es la causa junto a la contaminación de su producción, hay ciudades donde se superó el valor de protección a la salud, establecido en 120 ug/m3 durante 8 horas (así fue el caso de Oviedo, Cangas del Narcea y Langreo).
El ozono penetra por las vías respiratorias y, debido a sus propiedades altamente oxidantes, provoca la irritación de las mucosas y los tejidos pulmonares. Los principales efectos observados son: irritación de los ojos, tos, dolor de cabeza, dolores en el pecho, etc.

Estos datos explican porqué Asturias es la región de España con mayor mortalidad por razones ambientales, sin olvidar los importante padecimientos, algunos crónicos, como las “alergias” que están de alguna manera relacionados con este mal aire que muchos respiramos. Si hubiera más poblaciones con medidores automáticos tendríamos más ciudades contaminadas: Castrillón, Corvera, Carreño, Soto de Ribera, Navia, Llanera, Siero, etc.

En la región, el problema se agrava porque los centros de producción industriales están muy próximos a zonas residenciales, con lo que el efecto dispersante de la carga contaminante, que sale por chimeneas, se da en menor medida. Se dan casos de viviendas que están ubicadas a menos de 100 metros de instalaciones muy contaminantes.

Destacan, entre todas nuestras instalaciones contaminantes, los muchos grupos térmicos que tenemos, algunos con más de 40 años. No podemos olvidar que la totalidad de grupos térmicos presenta un incumplimiento de las emisiones que se producen, de acuerdo a la Directiva Europea de Grandes Instalaciones de Combustión (2001/80/CE).

Pero no sólo nuestras térmicas presentan problemas, ahí tenemos las baterías de cock de Trubia, Ciaño, Avilés y Gijón, las acerías de Arcelor, las cementeras de Aboño y Tudela Veguin, la papelera de Navia, Fertiberia, Asturiana de Zinc, Alcoa, Caleras de San Cucao, Dupont, los números parques de carbones que tenemos, el centenar de canteras, las fundiciones, etc.

Si a esto le sumamos un tráfico feroz, que ahoga nuestras ciudades, del que somos responsables todos, asistimos a una situación extremadamente negativa que no tiene visos de mejorar a corto plazo, dado las amenazas de más instalaciones contaminantes previstas en la proximidad de entornos urbanos: Superincineradora de Cogersa, 11 nuevos grupos Térmicos, la Regasificadora, las 4 plantas de biodiesel, 2 fundiciones, 1 planta de fertilizantes, etc.

Esto, unido a la dejadez de las administraciones competentes -el Principado y los Ayuntamientos- en hacer cumplir la ley y exigir inversiones que hagan menos contaminantes estas instalaciones, sólo nos hace pensar en que la situación puede empeorar cada día un poco más.