Cada 11 de Diciembre desde el año 2002 se conmemora en todo el mundo
el Día Internacional de las Montañas. Más que una celebración,
este día se convierte en una llamada de alerta sobre todas las amenazas
que acechan a los paisajes y ecosistemas montañosos de todo el mundo.
También aquí en Asturies, una región para la que las montañas,
tanto la Cordillera Cantábrica como las sierras menores, suponen la columna
vertebral de su historia, su cultura y su paisaje, son decenas los proyectos
de destrucción que se van sucediendo en las áreas de montaña
y que resumen la actitud depredadora del ser humano desde que se inventó
la era industrial.
La transformación de los sectores productivos de un país se proyecta
en la mayor parte de sus regiones, y en Asturies estamos viendo cómo
los aprovechamientos humanos tradicionales de las áreas montañosas
están cambiando rápidamente, abandonando la economía tradicional
de usos agrarios y ganaderos de estas zonas.
Pero éste casi siempre es un problema menor frente al mencionado de
las infraestructuras y el turismo. Las aportaciones anuales de capital a través
de los fondos mineros y planes de convergencia europea se consumieron casi siempre
en lo más inmediato y vistoso, infraestructuras, carreteras de alta velocidad,
y autopistas, con dos efectos críticos sobre la conservación de
áreas rurales. El más notorio es la pura construcción,
el daño que causa en las zonas por las que pasa tanto al territorio como
al paisaje, acuiferos, apertura de pistas. Ejemplos de todo esto los podemos
ver tanto en la autopista del Huerna como en la variante ferroviaria que se
está haciendo de Pajares, con el destrozo que se está causando
en el valle del río Huerna. O la prevista autovía a Fonsagrada,
atravesando una de las zonas mejor conservadas de toda la Cordillera, el Occidente,
que verá cómo un hachazo de estas características parte
en dos sus montes. Algunos iluminados del gobierno de Madrid, despreciando absolutamente
los recursos limitados y el territorio, proponen el desdoblamiento de la autopista
del Huerna para evitar el peaje. Delirante.
La segunda es que las autovías tienen el efecto contrario al que se
anuncia, sacan a la gente de los pueblos para concentrarla en las grandes capitales.
Esto provoca el abandono de las actividades agrarias y ganaderas que caracterizaron
el agro asturiano durante toda su historia. Unas mayores ayudas, a través
de la PAC (Política Agraria Común) y subvenciones para el abandono
o indusrialización de la actividad agraria, acaban por matar los modos
de trabajo, casi siempre sostenibles, de quienes modelaron y están ayudando
a conservar las áreas montañosas.
Desde principios de siglo, las explotaciones ganaderas se redujeron en casi
una tercera parte, pasando de unas 22.000 en 2001 a en torno a 15.000 en la
actualidad. Estos abandonos, bien subvencionados por la PAC, o bien por la dureza
del sector, incide de forma directa en el mantenimiento de los pastos de altura,
de las brañas, de los caminos de acceso a las majadas y puertos y, casi
siempre también, en la limpieza de las zonas de bosque y sotobosque.
Aunque tampoco se debe olvidar que, en otras zonas donde se mantiene una actividad
ganadera con animales para carne, se produce una sobreexplotación de
los pastos con casos que llegan a ser preocupantes, como El Sueve (especialmente
su tejedal, un bosque de tejos único en Europa) y los Picos de Europa.
Las segundas infraestrucuras que transforman y destruyen los paisajes de montaña
son las relacionadas con actividades energéticas. La línea Lada
Velilla, innecesaria, porque Asturias ya exporta 3 veces más electricidad
de la que consume. Es vergonzoso además el tragadero del gobierno regional
al ver cómo se construyó toda la línea que atravesaría
la Cuenca del Nalón y desde los Ayuntamientos de Castilla y León
se consiguió frenar y denunciar el peligro de este tipo de infraestructuras.
Ahora la quieren hacer pasar por el Ayuntamiento de Ayer. Pero parece que espabilamos
y este ayuntamiento no comulga con las ruedas de molino de Red Eléctrica
y Areces.
Y no menos importantes son las alteraciones de los parques eólicos en
el Occidente. Una tierra que se va vaciando de habitantes y a la que condenan
a generar energía para el resto del país a través de la
instalación de centenares de aerogeneradores. Esta operación,
viendo el cambio de la legislación que se está produciendo en
el ámbito de las energías renovables, ya no se sabe si responde
más a un interés por las renovables o a la especulación
por la tarifa a cobrar. Esta instalación abre pistas anchísimas
para la entrada de los grandes camiones con las torres y aspas y genera un movimiento
por la zona que urbaniza de forma importante las crestas de la montaña
del Occidente Asturiano, altera el paisaje, alejándolo del modelo rural
que se quiere vender para el aprovechamiento turístico y justifica la
necesidad de instalar más subestaciones y líneas de alta tensión.
Suma y sigue. El pantano de Caleao parece que cada vez está encontrando
más reparos en el gobierno central y, a pesar de todos los apoyos en
el Principado, todo el mundo se está dando cuenta de la estupidez que
supone añadir un tercer pantano en la cabecera, en Caleao, dentro de
un Parque Natural propuesto para Nacional y sin necesidades reales de agua.
Este pantano está sirviendo como ejemplo para promover una nueva y verdadera
política real del agua, fomentando la búsqueda de alternativas:
uso de manantiales y acuíferos, reutilización de algunas aguas,
mejoras en la red de suministro, etc.
El cambio de paradigma del que hablábamos antes, la urbanización
de las áreas rurales, se ve claramente en las infraestructuras turísticas
que transforman nuestros pueblos. La estación de esquí de Fuentes
de Invierno supone un despropósito si atendemos a la más que probable
evolución de la innivación en la Cordillera Cantábrica
en los próximos años. Aquí se ve que la legislación
en territorio y medio ambiente se puede ignorar: se cambia la catalogación
de los suelos con total impunidad, zonificación, se ignora toda la legislación
sobre protección de especies y territorio y, además, las propias
normas que se aprobaron para poder realizar la obra, de respeto a los cauces
fluviales, pistas a abrir, escorrentías, tratamiento de residuos, se
las saltan (Principado y constructora) sin ningún pudor como esta Coordinadora
ya denunció.
Algo similar pasa con la estación de L.leitariegos y su ansiada ampliación.
Se ve siempre el dinero en el urbanismo y no en el disfrute de la impresionante
Parque Natural de las Fuentes del Narcea que recientemente se creó. Parece
además que no es un problema de Gobierno Regional sino de modelo de desarrollo,
pues hasta el PP pide que el parque sea más pequeño para poder
urbanizar más. O como la pista GR que se pretende hacer pasar por zonas
muy sensibles del parque, con cantaderos de urogallo, zonas oseras y algunas
raramente pisadas por el ser humano. Todo en bien del dinero.
Y casi siempre, en este tipo de actuaciones, acecha la especulación
urbanística. Tanto en Fuentes de Invierno como en San Isidro, donde algún
iluminado imaginó el futuro con un campo de golf en el puerto, y un spa,
y un centro comercial, más las decenas de apartamentos que ya se están
construyendo. Y en L.leitariegos pretenden algo similar.
Siempre se trata de hacer avanzar la ciudad sobre el campo, engulléndolo,
construyendo refugios inútiles, como el del Meicín porque es el
antojo de media docena y está cuestionado por la mayoría de los
montañeros y las montañeras de la región. Aunque Juan Rionda
y su séquito quieran hacer ver lo contrario. Un refugio innecesario que
bien se podría haber construido junto al esperpéntico Centro de
Interpretación del Las Ubiñas en Tuiza. O el que se está
construyendo en San Juan de Beleño, totalmente alejado de lo que es el
entorno, de las casas y de la arquitectura tradicional en el Concejo.
Todo el mundo quiere dejar su huella y en pocos años, cuando empiecen
a caducar tantos proyectos espectaculares, se verá que no era una pisada
sino una buyada.
Y se podría hablar de las políticas de conservación de
especies, el oso y el urogallo. Este último tiene un proyecto de reintroducción
que, entre quienes saben de aves, y más, entre quienes más saben
en Europa de urogallos se considera un auténtico despropósito.
Porque no funciona.
Pero Europa parece que está para dar dinero a proyectos imposibles.
En los últimos años fueron 7 millones de euros los recibidos exclusivamente
para proyectos LIFE. Tal vez un comedero para algunas empresas, porque cuando
las políticas reales de conservación chocan con los intereses
desarrollistas siempre ganan estos últimos, y si una repoblación
subvencionada con varios cientos de miles de euros tiene que sucumbir para reclasificar
una zona y construir, sucumbe.
De vez en cuando despierta un proyecto de la UNESCO de declarar a toda la Cordillera
Cantábrica reserva de la biosfera. Esto puede dar que pensar sobre la
fantástica herencia que tenemos, muy difícil de encontrar en otras
zonas, tanto por las especies que la habitan como por la integración
del ser humano con el medio, tantos por los paisajes como por la riqueza natural
de este entorno.
Si desde instancias tan superiores se ve la Cordillera como un todo, desde
el Gobierno Regional se debería empezar a promover esta visión,
y no que cada Concejo declare su reino de taifas particular en su zona de la
Cordillera y con ella haga lo que quiera. Las amenazas a la Cordillera lo son
a toda en su conjunto, y no a cada una por separado. Por eso demandamos también
que, a partir de ahora, se empiece a considerar el efecto acumulativo que tantas
obras tienen sobre toda la Cordillera Cantábrica.
Porque la Cordillera es mucho más que desniveles y puertos para la vuelta
ciclista, es un ecosistema vivo que aún estamos a tiempo de conservar
para el futuro.
Coordinadora Ecoloxista d’Asturies
Para más información Tfno. Fran 656892045 y 985565411