Un año más y en esta ocasión
coincidiendo con el 25 aniversario de los Premios Príncipe de Asturias, nuestra
región ha vuelto a centrar todas las miradas durante la entrega de los
galardones en el teatro Campoamor.
Desde la noche del miércoles
los premiados fueron llegando al hotel de la reconquista de Oviedo, para unirse
al Príncipe de Asturias que entorno a las nueve de la noche y sin Leticia hacia
su entrada en el hotel ovetense acompañado por el presidente del Principado de
Asturias.
Pero no fue hasta el viernes
por la mañana cuando en el hotel se registró la mayor de expectaciones, ante la
recepción que los Príncipes de Asturias -la princesa llegó el jueves de tarde-
los más de mil periodistas acreditados fueron testigos de la llegada de los
patronos, los jurados y como no podía ser de otro modo de los premiados, entre
los que destacaron por su simpatía y naturalidad, aunque también por su altura
la selección española de baloncesto. La reina se incorporó justo en ese momento
a los actos. Allí, la ropa de las señoras ya era objeto de comentario entre los
periodistas encargados de las secciones de corazón y sociedad, que destacaron el
rojo con el triunfador de la mañana y nos enteramos en palabras de la propia
princesa de Asturias de que la infanta Leonor vendrá a los premios "cuando lo
diga el príncipe".
La llegada de Penélope Cruz
para acompañar a su amigo Pedro Almodóvar a través de una alfombra que en el
Campoamor no es roja sino azul, centró atenciones y miradas en unos premios que
con los años ganan glamour. Fue Almodóvar uno de los más aplaudidos a su llegada
al teatro, junto con los jugadores de la selección, aunque Paul Auster demostró
que su obra ya era apreciada en Asturias antes de que fuese merecedor de este
premio.
El Campoamor volvió a demostrar
que se queda pequeño ante las miles de peticiones que cada año la Fundación
recibe para asistir a la entrega de los premios, que reúne a los más selecto de
la sociedad española, en especial en lo referente a la élite política y
económica, y quizás con carestía en el ámbito de la cultura de nuestro país. Tan
solo la complicada solución a la capacidad del teatro supone un problema en una
ceremonia cuidada y solemne que viste de gala a nuestra región y que permite la
presencia relevante de los premiados. El viernes por la noche abandonaban
Asturias la reina y la princesa Leticia, mientras que el resto de personalidades
participaron del ágape posterior a los premios y comenzaron a despedirse de
nuestra región el sábado por la mañana, mientras el príncipe de Asturias visita
Sariego con motivo de su designación como pueblo ejemplar 2006.
Fuente de
información:asturiasopinion.com