La península Ibérica alberga
153 yacimientos con arte rupestre que no ofrecen dudas sobre su autenticidad,
dos más que los que se localizan en Francia. El país galo, con un patrimonio
prehistórico de referencia mundial, cuenta desde el año 1984 con un atlas donde
se recogen y describen todas las cuevas o sitios con arte situadas en su
territorio.
«Art des cavernes de Francia»,
editado bajo los auspicios del Ministerio de Cultura francés, es un volumen
imprescindible para cualquier interesado en este tipo de materias y una realidad
que desde Asturias se ha tenido muy en cuenta para poner en marcha un proyecto
que acabe con la carencia de la península Ibérica en compendios de este tipo.
Desde los años ochenta y en
sucesivas ocasiones el Ministerio de Cultura español incluyó en sus planes la
realización de una obra de características similares a la francesa, pero va ser
ahora cuando dentro del proyecto del Parque de la Prehistoria de Teverga el
atlas tome cuerpo en toda su extensión e importancia.
El atlas ibérico llevará por
título «Arte Rupestre paleolítico de la península Ibérica» y pretende seguir las
pautas con algunas modificaciones del francés. Será un libro sobrio y de formato
grande, sin cargas innecesarias que dificulten su comprensión y con un total
aproximado de 800 páginas con fotografías, mapas y dibujos.
Bajo la dirección general de
Javier Fortea, catedrático de Prehistoria de la Universidad de Oviedo, la obra
cuenta con coordinadores regionales de fichas y autores. En Asturias, Marco de
la Rasilla será el encargado de reunir materiales y autores. Habrá otros cuatro
coordinadores regionales por áreas geográficas: Cantabria (M. R. González
Morales), País Vasco (Jesús Altuna), Resto de España (J. L. Sanchidrián Torti) y
Portugal (J. Zilhao, A. Martinho Baptista y F. Maia).
El atlas estará distribuido en
apartados que faciliten su consulta y comprensión. A las introducciones seguirá
un capítulo sobre la «Historiografía del Arte Rupestre Paleolítico» y su
contexto cronológico y cultural. Aquí es preciso destacar que la península
Ibérica es junto a Francia el territorio donde las representaciones artísticas
del Paleolítico alcanzan una importancia desconocida en el resto de Europa en
cuanto a número y calidad.
Hasta hace algunos meses, el
número de sitios con arte rupestre -los expertos prefieren utilizar el término
«sitio» en lugar de «cueva» por ser más amplio e incluir los lugares en los que
las pinturas y grabados han sido realizadas en espacios al aire libre-
localizados en la península Ibérica era de 150. Recientemente se han sumado tres
nuevos, dos de los cuales son los asturianos del valle del Trubia: Cueva Pequeña
y Camarín de las Ciervas.
Para destacar la importancia de
la presencia del arte prehistórico en el territorio Ibérico es preciso
establecer una comparativa con lo que sucede en otros países próximos donde, con
la excepción de Francia, la presencia es muy escasa. Así, por ejemplo, en Italia
sólo se contabilizan seis yacimientos, y uno en Inglaterra. Desde Europa central
al lado asiático de los Urales, únicamente se encuentran cuatro.
Éstas y otras informaciones
formarán parte del atlas, igual que las fichas descriptivas de cada yacimiento y
los avances sobre medidas de protección y conservación. Cada ficha llevará un
plano de la cueva o abrigo o un mapa de localización para los sitios al aire
libre. El tratamiento, en cuanto a espacio en el libro, se hará en función de la
importancia del yacimiento. Se establece así una jerarquización, en la que por
razones obvias, la cueva de Altamira tendrá un tratamiento mejorado.
Fuente de información: lne