En todas las localidades
asturianas, y sus parroquias se celebra la tradicional bendición de los Ramos,
las palmas y el laurel conocido en Asturias como el "Lloréu" (también lloreru).
Existe muy arraigada en Asturias una tradición por lo cual los ahijados llevan
el "ramu benditu" a los padrinos para recibir el Domingo de Pascua, a cambio,
"el bollu". Antiguamente el bollu consistía, en algunos concejos asturianos, en
roscas de pan, siendo en la actualidad regalos de toda índole, incluso dinero en
metálico.
Tras la bendición de los ramos
en la iglesia de Santa María La Real, presidirá posteriormente una misa solemne
en la Catedral. Los fieles van en procesión desde la iglesia a la Catedral de
Oviedo, por las siguiente calles: San Vicente, Canóniga, San Antonio y, por
último Rúa. En la procesión participan las parroquias de San Tirso, la Corte y
San Isidro. Las normas litúrgicas de este domingo, que conmemora la entrada de
Cristo en Jerusalén, establecen que la bendición de las palmas se haga en una
iglesia menor o en otro lugar apto fuera de la iglesia a la que se va a ir en
procesión. La bendición en Santa María La Real de la Corte representa la unidad
de acción pastoral en las parroquias del centro histórico de Oviedo. Tras la
celebración litúrgica el arzobispo se reúne con el alcalde y los concejales para
participar en el tradicional "caldo" que el Cabildo y los máximos responsables
municipales comparten desde hace más de cuarenta años.
En Gijón la parroquia mayor de
San Pedro organiza uno de los actos de bendición de palmas más bellos y
arraigados, iniciándose la procesión en el pórtico de la capilla de los Remedios
en el barrio antiguo de Gijón, pasando por la plaza de Jovellanos frente a la
casa natal del célebre e insigne gijonés y llegando por el campo Valdés a la
Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol, que es patrón de la villa gijonesa.
Por su parte la tradicional
procesión de "la Borriquilla", Jesús entrando en Jerusalén entre las palmas, la
organiza la Iglesia de los padres carmelitas por el céntrico y famosísimo paseo
de Begoña. ( " y trajeron la asna y el pollino y pusieron sobre ellos sus
vestidos y le hicieron sentar encima. Y una gran muchedumbre de gentes tendía
por el camino sus vestidos; y otros, cortando ramos de los árboles, los
esparcían por el camino. Y la muchedumbre clamaba diciendo: ¡Hosanna al Hijo de
David, bendito el que viene en nombre del Señor!". San Mateo 11 ;7).
La Borriquilla también es
protagonista en Avilés en este día y su tradicional procesión precede a la
bendición de las palmas en la campa de San Nicolás.
La villa marinera de Luanco
(concejo de Gozón) protagoniza en su puerto pesquero la bendición de los ramos
desde el balcón de la cofradía de pescadores Santísimo Cristo del Socorro, a las
doce del mediodía. Desde 1998 la procesión se acompaña de un paso infantil desde
el templo parroquial hasta el puerto, por iniciativa de la Cofradía de Santa
María.
También en la Iglesia de San
Salvador de Perlora (Carreño), en Serín (Gijón) donde las palmas pueden llegar a
medir los seis metros de altura y en la iglesia románica de la Oliva en
Villaviciosa, donde se bendicen ramos enteros de laurel o "lloreu", en ocasiones
árboles enteros, este Domingo de Ramos adquiere una belleza singular.
Después de bendecir los ramos
se repartían por las diferentes estancias de la casa, también por las cuadras,
las fincas y tierras de labranza, diciendo al mismo tiempo:
"Fora ratos,
fora sapos
fora toa bendito
qu´aquí está l´agua bendito
y el ramu de la Pasión"
A partir de este día, Domingo
de Ramos, la Semana Santa asturiana verá como las cofradías y hermandades se
convierten en protagonistas activos en la que es una de las mayores
manifestaciones religiosas de fé del cristianismo. Las procesiones, los pasos, y
los fieles toman las calles de las principales localidades asturianas.
La procesión del Silencio es
una manifestación de la fe cristiana que indica la tristeza que tiene la Iglesia
de ver a Cristo muerto. Se ha ejecutado a un hombre justo sin causa alguna,
condenado por haber mostrado a la humanidad que tanto ama Dios al hombre que se
hizo hombre para a salvarle.
Podríamos considerar esta
procesión como el cortejo fúnebre de Cristo. La imagen de Jesús crucificado o
muerto (muchas veces conocido como el Señor del Santo Entierro) encabeza la
marcha. Tras Él la Virgen María vestida de luto (la Virgen Dolorosa). Detrás el
pueblo de Dios en silencio acompaña a Jesucristo y su Madre.
Esta procesión termina
generalmente en el templo o en alguna capilla velando a Cristo o acompañando a
la Virgen dolorosa rezando el rosario.
Así por ejemplo, en Avilés son
seis las cofradías con sus respectivos pasos procesionales, los que recorren las
calles de la villa del Adelantado entre el martes y el viernes. De entre ellas
destacamos por la emotividad en que se celebra, la tradicional procesión del
Silencio, con salida de la iglesia de San Nicolás de Bari a las ocho y media de
la tarde. En ella participa la cofradía de San Juan Evangelista con el paso de
la Tercera Palabra, que es «bailado» frente al Ayuntamiento. También la
procesión del Santo Encuentro merece destacarse por su belleza y
espectacularidad. En ella varios pasos discurren por calles distintas, trazando
de esta manera rutas diferentes, hasta llegar a encontrarse en la plaza de
España.
También esta procesión del
Silencio es protagonista en la villa marinera de
Cudillero, en el occidente asturiano. La villa pixueta recuperó
recientemente el Desenclavo después de 10 años, que en el Viernes Santo se suma
el Sermón de las Siete Palabras y la procesión del Santo Entierro. A la noche el
rosario, el Sermón de la Soledad y la procesión nocturna del silencio del
Silencio, recorriendo las calles pixuetas la Virgen de la Soledad.
La historia de la Semana Santa
en Asturias, indica que fue en las villas marineras donde con mayor fuerza
tomaron arraigo las celebraciones no litúrgicas y externas de la Semana Santa.
Así se entiende el protagonismo de San Pedro, el santo marino por excelencia, en
algunas de las manifestaciones religiosas de esas villas en especial las de
Semana Santa: Avilés, Candás, Cudillero, Gijón,
Lastres, Luanco, Luarca, Tazones, Vegadeo.
Por ejemplo en
Candás, el Sábado Santo sale a la calle en
procesión Nuestra Señora del Rosario y lo hace desde la Cofradía de Pescadores,
en cuyos locales pasa la noche anterior. Las comitivas civil y religiosa se unen
a la altura de la antigua Casa Consistorial, que es también escenario del
encuentro de la Virgen con el Cristo resucitado. Es particularmente emotivo el
Canto de la Salve Marinera.
En
Gijón, cuya Semana Santa se remonta en sus orígenes históricos al
siglo XVII con la fundación, en el año 1645, de la Hermandad de la Santa Vera
Cruz por frailes franciscanos, procesionan el Viernes Santo tres pasos: la Santa
Vera Cruz, la Virgen Dolorosa y el Santo Sepulcro. Las imágenes, todas
recuperadas después de la guerra civil, son auténticas obras de arte expuestas
por un día a los ojos de miles de fieles. Las tres Hermandades y Cofradías
tradicionales de la Semana Santa gijonesa están logrando en los años últimos
logrando desde entonces una participación masiva y ascendente de los gijoneses
en estas tradicionales celebraciones de la Semana Santa.
En
Villaviciosa se celebra la que es considerada la Semana Santa más
antigua de todas las asturianas. La Cofradía de Nuestro padre Jesús Nazareno
compuesta por más de 2000 cofrades es el centro de todos los actos religiosos.
Una procesión de vía espiritual, sobria, austera y silenciosa, pero además llena
de espiritualidad. Toda la procesión recorre las calles alfombradas por cientos
de claveles y rosas. Como en el resto de procesiones asturianas de Semana Santa,
muchos de los pasos que salen a las calles son verdaderas obras de imaginería
religiosa.
Luarca
goza de algunas de las procesiones más multitudinarias y devotas del occidente
asturiano. La Semana Santa valdesana la protagoniza en el Miércoles Santo la
procesión con el Cristo del Perdón, precedido por las imágenes de San Juan, La
Dolorosa y la Verónica, que llega hasta la iglesia parroquial. Desde allí, más
tarde, se sube en procesión hasta la Capilla de la atalaya en procesión, con la
venerada imagen del Buen Jesús, precedida de los Cristos de distintas familias
luarquesas. Posteriormente, el Viernes Santo, solemne Via Crucis tradicional
cantado por la Coral Villa Blanca. A la noche, se celebra la procesión del Santo
Entierro con las imágenes de San Juan, la Verónica, La Dolorosa, la Virgen de
las Angustias, El Cristo del Perdón y una urna que contiene el Cristo Yaciente.
Tiene su salida y su llegada en la iglesia parroquial de la capital valdesana.
La parroquia de
Besullo (Cangas del Narcea), cuna del
dramaturgo universal Alejandro Casona, mantiene viva una tradición ancestral que
revive durante esta época del año. El sábado Santo, antes de que llegue la
medianoche, se enciende una hoguera denominada Fumaza, en el momento mismo de
iniciarse la misa crismal. Todos los congregados bailan y danzan alrededor de la
misma a lo largo de la noche. Este baile, más profano que religioso, se acompaña
con la degustación del bocho, un pan dulce que se elabora artesanalmente por
estas fechas.
Y en la localidad de
Infiesto en el oriental concejo asturiano de
Piloña, también destaca por sus actos religiosos en la Semana Santa. En la noche
del Viernes Santo sale a la calle la Procesión del Santo Entierro con cuatro
pasos, organizada por la cofradía del Cristo de la Misericordia.
Completan el abanico de
localidades asturianas donde la Semana Santa se celebra con gran vistosidad y
ferviente religiosidad Santa María de LLas (Cabrales),
Cangas de Narcea, Cangas de Onís, Covadonga (Cangas de Onís), Grado, Lastres
(Colunga), LLanes, Luanco (Gozón), Miranda (Avilés), Pravia, Nava, Ribadesella,
Salas, Tapia de Casariego, Villanueva de Oscos y Piantón (Vegadeo).
Fuente de información: guiastur