«Elefantes» dijo adiós ayer en
Gijón ante casi mil fieles que abarrotaron la sala Albéniz. Fue una forma
emotiva pero muy feliz en su despedida como grupo. Tanto es así que muchos de
sus fans se quedaron en la calle por falta de sitio, según datos de la
organización.
Los gritos y aplausos que
recibieron a los cinco elefantes se intensificaron nada más atisbar el rostro de
Shuarma. El líder de la formación saludó, pulgar en alto, y comenzó la sesión
que estaría adornada por un repertorio de éxitos.
Shuarma agradeció al público el
acudir a la sesión y recordó que «hoy es el principio de la gira». La
sensaciones que se desprendieron desde el escenario dieron la impresión de que
la emoción le impedía seguir hablando y concluyó con un escueto «gracias, de
verdad».
Tras ese momento echó mano de
su guitarra acústica, adoptó pose romántica y glamurosa a la vez y dio luz verde
a un concierto que indicaba el principio del fin del grupo. El público los
echará de menos, ya que coreaba cada estrofa de cada una de las canciones que
fueron desfilando por el escenario del Albéniz.
Y es que «Elefantes», uno de
los grupos más carismáticos de los últimos años, comenzó ayer en Gijón la que
será su última gira antes de la disolución definitiva de la banda formada por
Shuarma, Julio, Jordi y Hugo. Han sido diez años de trabajo en los que aseguran
haberlo hecho lo mejor posible y haberse divertido con ello.
Los fieles, que ayer asistieron
a la sala Albéniz de Gijón, eran conscientes de que se trataba de un momento que
quedará grabado en la historia reciente de la música popular de este país.
«Elefantes» se ha movido
durante una década en la ambigüedad, entre el pop comercial y los circuitos
indies. Eso justifica que en el que fue su último concierto en Asturias hubiera
público de ambos palos.
Los autores de «Azul»
facturaron ayer un concierto retrospectivo, pero que no tuvo nada de dura
despedida. Optaron por marcharse por la puerta grande. Ayer lo demostraron en
Gijón y así lo harán hasta el próximo 6 de mayo por la geografía española. Ese
día «Elefantes» se despedirá para siempre y los fieles a la música sin
encorsetar perderán la posibilidad de disfrutar en directo de Shuarma y los
suyos. Siempre quedarán los discos y el esperado triple compacto con
recopilatorio y DVD que editarán tras su último concierto en la sala Razzmatazz
de Barcelona.
Fuente de información:
lne