Asturias ya dispone de las
primeras denuncias cursadas al amparo de la nueva ley antitabaco. Se trata de
tres demandas presentadas por particulares y que están relacionadas con la
ausencia de señalización en espacios públicos afectados por la regulación sobre
el consumo de tabaco. Según se ha podido confirmar, una de estas denuncias va
dirigida contra una sala de fiestas. Otra, contra una estación de tren. Al
parecer, ambos espacios carecían de los preceptivos carteles informativos que
deben alertar sobre la prohibición de fumar.
La Consejería de Salud,
organismo que confirmó ayer la existencia de estas tres denuncias, rehusó, sin
embargo, ofrecer detalles sobre las mismas, al considerarlas «poco
significativas». «Están relacionadas sobre todo con la carencia, falta de
visibilidad o inadecuación de la señalización», indicó simplemente el consejero
Rafael Sariego.
Con todo, el titular de Salud
alabó el comportamiento de los ciudadanos asturianos y afirmó que la Ley de
Prevención del Tabaquismo, que entró en vigor el pasado 1 de enero, «está siendo
acogida con absoluta normalidad». Para Sariego, la asturiana es una sociedad
«madura» que no vive la ley como un «trauma» e, incluso, la comprende, lo que en
su opinión contribuye a crear un ambiente positivo para que «muchas personas
dejen de fumar en estos días».
Inspecciones
Con respecto a las inspecciones
que debe realizar la comunidad autónoma para velar por el cumplimiento de la
nueva ley, el consejero de Salud precisó que esta no es una competencia
exclusiva de la administración sanitaria, sino que implica a otros ámbitos, como
los ayuntamientos, la policía, el comercio y la hostelería.
Precisamente, acerca de éste
último sector, Sariego insistió en el compromiso de su departamento en colaborar
con los hosteleros «en estos ocho meses que nos quedan por delante» para
precisar cómo deben adaptar sus locales. El Principado creará, para tal fin, una
comisión de trabajo, integrada por ayuntamientos y empresarios, donde se
analizarán aspectos de la ley cuya aplicación acarrea dudas.
En este sentido, administración
y hosteleros tendrán que determinar cómo será la delimitación entre las zonas de
fumadores y no fumadores. La ley reza que entre ambos espacios debe existir una
separación física y disponen para ello de un plazo de ocho meses para adecuar
todos aquellos locales de más de cien metros cuadrados.
Fuente de información:
ElComercioDigital