Asturias vuelve a situarse en
el furgón de cola de las estadísticas. La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas)
coloca a la región entre las cuatro comunidades con menor nivel de vida del país
en 2004. Sólo Andalucía y Murcia se encuentran por debajo del Principado.
La renta ajustada de las
familias que hace posible esta clasificación se calcula sumando a sus rentas
dinerarias -ingresos percibidos por los residentes, tomando en cuenta los
precios relativos que estos pagan por la adquisición de bienes y servicios-, las
transferencias en especie, es decir, la enseñanza y la sanidad, cuando son
financiadas por las administraciones públicas o por empresas e instituciones
privadas no lucrativas. En ocasiones, altos índices de 'renta en especie' no
compensan la proporción más baja de renta dineraria. Sucede en las cuatro
comunidades con menor nivel de vida que son, por este orden, Extremadura,
Asturias, Andalucía y Murcia.
Los autores puntualizan que el
nivel de bienestar debiera comprender algo más que las rentas dinerarias y en
especie, pero reconocen la dificultad de evaluar otras variables que inciden en
la calidad de vida como, por ejemplo, las consecuencias derivadas de las
aglomeraciones de población residente, que acarrean más gasto en transporte y
menos tiempo de ocio, entre otras cosas. Es decir, que el sentimiento de
bienestar personal no siempre evoluciona en paralelo al crecimiento del nivel de
renta.
Los dos factores que inciden de
forma decisiva en la renta ajustada por regiones son el nivel relativo de los
precios de consumo -que merma las capacidades domésticas-, y la evolución de la
población, y a ambos presta especial atención el estudio.
El desigual nivel relativo de
precios hace que Gerona, la provincia más cara, presente una diferencia del
19,07% respecto a Badajoz, la más barata. El nivel de bienestar de las familias
españolas se ve profundamente afectado por la desigualdad existente en los
precios de los bienes y servicios que consumen los hogares.
En la escalada de las
provincias con precios caros destacan, además, Barcelona, Vizcaya, Guipúzcoa,
Baleares, La Rioja. Navarra, Lérida, Madrid y Asturias. En el extremo opuesto,
los precios más bajos se localizan, junto a Badajoz, en Cuenca, Ciudad Real,
Cáceres, Albacete, Zamora, Soria, Orense, Tenerife y Toledo.
Desarrollo del PIB
El Principado tampoco aprueba
en el desarrollo del Producto Interior Bruto (PIB). El 'Balance económico
regional del periodo 2000-2004', elaborado por los profesores Julio y Pablo
Alcaide, coloca a la región entre las cuatro comunidades que registraron el
menor desarrollo del país en los últimos cuatro años. Sólo Andalucía, Murcia y
Extremadura sufren un mayor retraso que el Principado, con unos niveles que no
alcanzan el 90% de la media española.
En 2004, último ejercicio
analizado en el informe, el PIB asturiano avanzó un 2,7% respecto al año
precedente, dos décimas menos que el conjunto nacional. En peor situación que el
Principado se encuentran sólo Baleares, Castilla-La Mancha, Canarias y Galicia.
La región vuelve a suspender en
crecimiento de empleo entre los años 2000 y 2004, siendo la región con el menor
aumento -del 3,95%- respecto al resto de comunidades, y sólo por encima de las
provincias de Cuenca y Soria. Los autores del estudio vinculan esta situación a
la despoblación de determinados territorios, fundamentalmente provincias
fronterizas con Portugal -Orense, Zamora, Badajoz, Lugo y León-, así como a la
crisis agrícola de Jaén, Lérida, Cuenca, Soria y Asturias. Por contra, el mayor
crecimiento del empleo se sitúa en la región mediterránea del sudeste, Murcia,
Alicante y Almería.
Pero la más decisiva
transformación que recoge el 'balance regional' es el aumento de la población
empadronada que, entre 2000 y 2004, aumentó en España un 8,58%. En ese plazo, la
población española registró un modesto incremento del 1,8%, frente al avance del
300% de la extranjera.
La incorporación de casi cuatro
millones de emigrantes ha tenido impacto sobre todo en Madrid y su entorno, en
la costa del Mediterráneo y en los archipiélagos. Por contra, Funcas advierte
que la Galicia interior, Asturias y las provincias castellano-leonesas más
próximas a la frontera con Portugal se están despoblando, lo que genera efectos
nocivos en el conjunto de España.
En concreto, la población cayó
un 0,17% en los últimos cuatro años en Asturias, que junto con Lugo, Palencia y
León forman, según la fundación de cajas, «el polígono interior peninsular
tendente a su despoblación».
Fuente de información:
ElComercioDigital