Cultura suprimirá la mayor parte de las visitas a la cueva de Tito Bustillo
Fecha Jueves, 03 noviembre a las 12:50:21
Tema Cultura


La cueva prehistórica de Tito Bustillo verá suprimida la mayor parte de sus actuales visitas tras la apertura al público del museo o centro de arte rupestre que Estado y Principado piensan construir en la cantera de Corcubión. La Consejería de Cultura del Principado de Asturias lo tiene claro.

En cuanto el nuevo centro de interpretación abra sus puertas y hacia él se dirijan las visitas masivas de público, la cueva original experimentará drásticos recortes.

Si en la actualidad tiene capacidad para recibir a 45.000 personas repartidas durante seis meses en cupos diarios de 360 visitantes, a partir de la inauguración del museo se reducirá a una sexta parte. «Con la apertura del nuevo centro habrá que ver cómo manejamos las visitas», aseguró Carlos Madera, director general de Promoción Cultural del Principado de Asturias.

Los técnicos de la consejería están valorando la actual situación para definir la fórmula más adecuada y crear un nuevo régimen de visitas. No se descarta seguir el ejemplo marcado en su día por la vecina cueva de Altamira. Es decir, cabe la posibilidad de mantenerla abierta durante todo el año, pero con una asignación de visitas diarias muy restringida, entre 15 y 25 personas.

De ser así, el aforo anual de la cueva se verá reducido a siete u ocho mil personas. El flujo de personas variará en función de la época del año y según el criterio de distribución establecido por los estudios científicos realizados sobre los parámetros medioambientales de la cueva.

Otra opción que está barajando la consejería que dirige Ana Rosa Migoya pasa por la supresión total de la visitas generalistas, limitándolas únicamente a reducidos grupos científicos, académicos, periodísticos o profesionales, como la reciente visita protagonizada por los miembros del Consejo de Patrimonio Histórico Nacional.

De esta forma se pretende garantizar una mejor conservación de sus pinturas, muy deterioradas en los últimos tiempos debido a la desecación del ambiente cavernario. La cueva de Altamira lleva tres años cerrada al público. Se cerró en el año 2002 y así permanecerá hasta que los estudios científicos a los que está sometida determinen sus condiciones de conservación y permitan establecer un nuevo régimen de visitas. La cueva de Tito Bustillo lleva ese mismo camino.

Investigación

Con la cueva cerrada al público, la Consejería de Cultura podrá intensificar las líneas de investigación que se llevan a cabo en la caverna y para las que ya se han reservado 66.260 euros en los presupuestos de 2006. En la actualidad se mantienen abiertos cuatro frentes de exploración científica. Por un lado la paleontóloga. Por otro la arqueológica, dirigida por Rodrigo de Balbín (Universidad de Alcalá de Henares).

La tercera línea, la geológica, se encuentra bajo las órdenes de Alberto Foyo (Universidad de Cantabria). La cuarta y última es la que llevan a cabo los expertos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre el nivel cromático de las pinturas, máxima preocupación de quienes tienen el compromiso de preservar este patrimonio para generaciones venideras.

«Esta es una cueva que todavía no lo ha dicho todo. Llevamos muchos años investigando y siempre surgen nuevas hipótesis como aquellas que están relacionadas con la función de la pequeña covacha localizada junto a la entrada original de la cueva», destacó Carlos Madera.

Los responsables de la Consejería de Cultura quieren que Tito Bustillo comience a ser noticia por su importancia científica y patrimonial. Por esa razón, desde hace algún tiempo también se han embarcado en una aventura cuyo objetivo pasa por conseguir el máximo reconocimiento internacional a su protección patrimonial, su declaración como Patrimonio de la Humanidad junto a otros yacimientos repartidos por el territorio asturiano.

«Tito Bustillo es el eje de esa declaración en la que se incluyen 18 cuevas y abrigos asturianos distribuidos entre el Nalón (Candamo, La Viña y La Lluera) y el límite con Cantabria (El Pindal, Covaciella, Les Pedroses o Los Azules), todas ellas aprobadas por el Consejo de Patrimonio Histórico Nacional y que ahora esperan el visto bueno de la Unesco», explicó Madera.

El director comparó la discreción con la que se está tramitando esta petición con la «sensatez» con la que se está sacando adelante el museo de Tito Bustillo, una «realidad imparable» que el año que viene dispondrá de un millón cien mil euros para iniciar su andadura.

El Estado aportará 600.000 euros y el Principado 500.000. «Vamos a encargar un proyecto museográfico aprovechando todo lo aprovechable del proyecto ya existente», añadió en referencia al trabajo diseñado por las empresas contratadas desde el Ayuntamiento de Ribadesella.

Fuente de información: ElComercioDigital







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